Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


La resaca de la moción

24/10/2020

Tras su fracaso en la moción de censura, Vox se ha convertido en el 'socio' de los dos principales partidos adversarios que pueden articular la gobernabilidad de España. Para la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, el partido de Santiago Abascal se ha convetrido “en el socio invisible que Sánchez e Iglesias necesitan para seguir en la Moncloa". Pero la evidencia es que Vox, por boca de una de sus dirigentes, Macarena Olona, y a pesar de la abrupta ruptura que protagonizó Pablo Casado, el PP no tiene nada que temer por cuanto no va a poner en cuestión el apoyo a los gobiernos populares en comunidades autónomas y ayuntamientos donde sus votos son imprescindibles para mantener la gobernabilidad.

En las relaciones entre el PP y VOX se ha pasado de la 'derechita cobarde' con la que Abascal definía al partido de Casado a la 'derechita traidora' en la nueva denominación, mientras que la ultraderecha permanecerá 'cautiva' porque será el báculo en el que se tendrá que apoyar necesariamente y que ahora cumplirá con su acuerdo para impedir gobiernos progresistas que sustituyan a los ahora existentes. De ahí las reacciones que, desde posiciones conservadoras, se han manifestado contra la ruptura de la 'foto de Colón', y hubieran preferido la abstención como vía para un acercamiento en el tiempo que permitiera superar la ruptura de la derecha que dificulta que la derecha vuelva al inquilinato de La Moncloa. "Mientras no estemos unidos desde el centro derecha, no será posible llegar a la Moncloa y, por tanto, cambiar el futuro de nuestro país", ha dicho Cuca Gamarra. Pero en Vox no están por la labor.

Con su discurso visceral, anclado en todos los tópicos de la ultraderecha, Santiago Abascal tiene un público que procede de los otros partidos de la derecha y si bien es difícil que se produzca el sorpasso, será un elemento a tener en cuenta a la hora de repartirse el poder. Por eso el PP tendrá que demostrar si el distanciamiento de la ultraderecha es una declaración de principios o una posición táctica. El PP, que contribuyó a sacar el genio de la botella y a aumentar la crispación, ahora se debe aplicar a devolverlo a su interior y a recuperar la serenidad en el debate político. La euforia por el triunfo de Casado, reconocido hasta por sus adversarios internos y externos, provocada por los vapores de su éxito en la tribuna del Congreso, cuando descienda, debería concretarse en algún tipo de acuerdo sobre 'las cosas' que preocupan a los ciudadanos y por supuesto en la renovación del CGPJ sobre la base de la norma actual.

Ciudadanos, que en principio aparece como otro de los damnificados de la moción de censrua de Vox por cuanto ha supuesto un nuevo viaje al centro del PP y puede afectar a su ecosistema electoral, ha reaccionado rápidamente y en su estrategia de partido bisagra y centrado que no quiere verse desplazado de la zona en la que se ha hecho un hueco, Inés Arrimadas se ha ofrecido para acompañar al Gobierno si es preciso decretar un nuevo estado de alarma que sirva para contener la expansión de la pandemia.

El Gobierno, el día después, ha reaccionado con un nuevo llamamiento a la responsabilidad individual por un lado, y a la unidad política para aplicación de medidas que permitan hacer frente a los meses duros que se avecinan para no volver a un confinamiento general. Ha sido un aviso a navegantes.