Si la llegada del ferrocarril Santander-Mediterráneo supuso en su momento un gran impulso para el desarrollo económico de las localidades en las que se establecieron estaciones, almacenes y muelles de carga, su cierre, además de detener el tiempo y el progreso, llevó aparejado un deterioro progresivo, cuando no el desmantelamiento, de unas instalaciones con las que llegó a muchas zonas rurales la modernidad.La falta de un adecuado mantenimiento en los últimos años, en la mayor parte de los casos, ha llevado a la ruina a muchos de esos edificios, mientras otros todavía se mantienen en pie a la espera de que llegue alguien y les devuelva a la vida.
Esto es lo que pretende hacer en Sotopalacios el Ayuntamiento de la Merindad de Río Ubierna con los cuatro edificios y terrenos, unos 4.000 metros cuadrados, cedidos por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) al municipio. Se trata de acometer una intervención urbanística, valorada en 1,5 millones de euros, que va a cambiar notablemente en el entramado de esa zona de la localidad, donde se ubican las primeras urbanizaciones residenciales, y permitirá ofrecer nuevos servicios a los vecinos aprovechando la rehabilitación de esos inmuebles a los que se va a dar un nuevo uso.
«Llevamos muchos años trabajando en este proyecto y vamos a aprovechar para reorganizar esa zona de Sotopalacios con un área de rehabilitación urbana (ARU), que ya hemos solicitado a la Junta de Castilla y León, para 'ordenar' las urbanizaciones de esa zona», manifiesta el alcalde de la Merindad, José María del Olmo, quien se muestra ilusionado con un proyecto que va a suponer un antes y un después para localidad, que ha visto como la vía verde del Santander-Mediterráneo, con una gran afluencia de ciclistas y senderistas, ha supuesto un impulso para el turismo de la Merindad y de Sotopalacios.
El proyecto de sostenibilidad turísticas para el conjunto de inmuebles y terrenos de la vieja estación, situados al pie de la vía verde, ya ha sido presentado a la Consejería de Cultura y Turismo. «Queremos reparar todos los edificios conservando su singularidad arquitectónica, son muy característicos, y cada uno se destinará a un uso diferente», manifiesta Del Olmo, a la vez que apunta que el inmueble de la estación se transformará en un albergue, mientras que una de las naves se acondicionará como gimnasio y la otra como edificio de usos múltiples, mientras que la caseta que está en ruinas será un merendero. «Vamos a aprovechar todos los edificios, sus estructuras están bien, y los espacios verdes para hacer jardines y parques», asegura el alcalde, quien recuerda que Adif ha cedido cerca de 4.000 metros cuadrados de los 36.500 que tiene el operador en Sotopalacios.
Tres etapas. La intención del equipo de gobierno, en función de los recursos económico con lo que cuente, es acometer la ejecución de este ambicioso proyecto en tres etapas, finalizando en 2025. «Es una inversión seria, pero creemos que es necesaria y que donde ya se ha realizado algo parecido, como por ejemplo en la estación de Oña, está funcionando muy bien», asevera Del Olmo, quien considera importante, «además de conservar los edificios, ofrecer más y mejores servicios a los vecinos».
Además de la intervención del Ayuntamiento, Del Olmo espera que también salgan adelante los planes de Adif para hacer urbanizables parte de los 36.500 metros cuadrados de los que dispone en el municipio, «pero eso es cosa de ellos, nosotros nos vamos a limitar a la zona de la estación y a mejorar la entrada a la localidad desde la carretera de Santander, con un nuevo carril de desaceleración».
Además de intentar atraer a nuevo turistas a través de la vía verde y el albergue, está intervención también va a suponer, insiste el alcalde, «un lavado de cara a un pueblo que necesita con urgencia un proyecto como este para una zona deteriorada como esta», asegura.