Ignacio Camarero

Dibujos de Ciudad

Ignacio Camarero


Lapidando en verano...

20/08/2022

Virginia tiene treinta años. Estaba en el interior del tren de Bejís. Considera que las vidas de los pasajeros corrieron peligro. Juzga que la maquinista perdió los papeles por completo. Estima que la temperatura del vagón subió en exceso. Supone que la cantidad de humo era tóxica. Y se aprecia, a ella misma, como persona acostumbrada a vivir en situaciones de estrés. Su opinión ha sido recogida en El Mundo. Tomás, tiene treinta y dos. Participó en el mismo trayecto. Considera que el tren era el sitio más seguro. Juzga que la maquinista cruzó el vagón hablando por teléfono, centrada en conseguir la autorización para deshacer el camino recorrido. Estima que no entraba mucho humo. Supone que en ningún momento fue suficiente como para considerarlo asfixiante. Y se aprecia, a él mismo, como técnico industrial, con conocimiento probado para saber que se activó el freno de emergencia por un viajero -será que las locomotoras reaccionan de diferente manera a las manos de los maquinistas-. Su opinión ha sido recogida en El País.

Otro viajero anónimo, ayer en el Telediario de la uno, también, consideró, juzgó, estimó, y supuso que fue la mala reacción de la maquinista la que le hizo pensar que quedarse en el interior de los vagones supondría morir a lo bonzo. Afortunadamente no hizo ninguna apreciación sobre su persona. La opinión del pasajero anónimo, como la de Tomás, o la de Virginia, fueron recogidas, amplificadas, y publicitadas por los más grandes de nuestros medios de comunicación. Las barras de bar y las terrazas de verano de media España, entre gamba y caña, decidieron lapidar a la maquinista. ¿Qué todo el mundo tiene derecho a opinar…? Menuda tontería de pregunta. Claro que sí. Ni El Mundo, ni El País, ni Televisión Española, tienen el poder de impedir que nadie, psicólogo, técnico industrial, o vicepresidente de diputación, piense o diga lo que quiera. Pero la pregunta es otra. Dónde y cuándo. Porque sólo existe derecho a opinar donde no hay obligación de escuchar al que opina. Claro que lejos de El Mundo, El País, o Televisión Española. Sí. Pero también fuera del alcance de la noticia de esta semana. Imagínense, sólo por un momento, que la maquinista lo hizo bien. Lapidando en verano…