El sueño de conseguir gas es una aspiración que no ha desaparecido. Uno de los puntos donde se va a reactivar este anhelo está en la parte alavesa de la frontera con Burgos, muy cerca del Condado de Treviño. La reactivación del proyecto se debe a la autorización ambiental concedida por parte del Ministerio para la Transición Ecológica a la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi SA (Shesa). Este organismo público dependiente del Gobierno vasco será el promotor de "un sondeo de investigación" que podría arrancar como ellos mismos avanzan en 2021, puesto que detallan que se ha conseguido un paso fundamental, pero todavía tendrían que otorgarse varias licencias como la de obras o la licitación para contratar la maquinaria que será necesaria en este estudio.
Dentro de esta intención se remarca que el fracking es algo que no se contempla ya que como recuerdan es algo que "desapareció de la agenda" por lo que tal y como se ha defendido ante el Ministerio en la tramitación se van a seguir "métodos tradicionales". Aún así, la sombra del controvertido método para extraer gas continúa y Juanjo Asensio, del movimiento No Gas Bezana Bigüenzo pone en duda el uso de esta tecnología porque "en el proyecto que presentaron, el pozo tenía una curvatura", lo que según su opinión no se puede afrontar con métodos convencionales.
Aún así, por parte de Shesa se reitera que entre los métodos que se van a utilizar no se incluye el fracking y se rechaza de manera expresa el uso de la fractura hidráulica, como también se refleja en la publicación de la autorización en el BOE, algo que según la Sociedad de Hidrocarburos hace "imposible" que se puedan aplicar estas técnicas. De hecho, dentro de la documentación se detalla que lo que se va a hacer es construir un pozo con "una perforación inclinada 30 grados respecto a la vertical" para comprobar las características del yacimiento y conocer más sobre sus características para valorar si puede ser rentable su explotación.
Esta es la solución que se ha buscado por el promotor dentro de un proceso en el que se remarca que el Ministerio sigue una tramitación "muy garantista" para evitar daños en el entorno o que se pueda perjudicar a los acuíferos. Además, por su parte se remarca que este procedimiento se ha seguido en otros puntos como en el pozo Viura en La Rioja, en la que esta entidad vasca ya trabaja.
Más allá del cómo poder acometer el estudio, Asensio pone de manifiesto que esta decisión puede hacer que se retomen otros proyectos en la provincia de Burgos que parecían paralizados y ve en este en concreto una "prebenda" para que el PSOE tenga "el apoyo de los nacionalistas vascos". "Hay un problema de legalidad", remarca, puesto en su opinión al suspenderse el procedimiento se "tenía que haber comenzado de nuevo". Por este motivo, Asensio detalla que ahora habrá que comprobar si los proyectos de la provincia también se pueden reactivar, por lo que además anuncia que los movimientos anti fracking se volverán a reunir ya que "nos estamos organizando" para valorar la necesidad de volver a las reivindicaciones.
En la parte contraria, Shesa entiende que no había un plazo y se justifica el tiempo que se ha tenido que esperar para conseguir el permiso ambiental por el trabajo que se ha tenido que realizar, ya que inicialmente al ser solo un sonde se espera que la autorización se pudiera salvar de "manera simplificada"