En un salón de actos abarrotado y donde la tensión se cortaba a cuchillo, un nutrido grupo de profesionales médicos intercambiaron a lo largo de más de tres horas palabras encendidas, reproches y mensajes críticos a cuenta de la polémica suscitada por el informe de la comisión deontológica del Colegio de Médicos de Burgos en el que se culpaba a los sanitarios del hospital de «un exceso de muerte en soledad» durante la pandemia. Las explicaciones dadas por la junta directiva, ante una caldeada asamblea, no lograron calmar los ánimos de buena parte de los asistentes, que no ocultaron su malestar por el contenido de esa circular. Hubo mucho diálogo pero también mucho cabreo. Finalmente, tras escuchar a todos aquellos que quisieron intervenir, tanto la junta directiva como los colegiados reunidos en la asamblea extraordinaria emitieron un comunicado «único».

En ese escrito, de apenas cuatro líneas, se señala que la directiva ha pedido perdón por el malestar generado y se ha comprometido públicamente a depurar responsabilidades a tenor de los últimos acontecimientos vividos.

Esto significa que en las próximas semanas la junta directiva del Colegio, de la que han dimitido tres de sus 13 miembros tras la polémica pero el resto siguen al frente del mismo, convocará una reunión para analizar los hechos de los últimos días y adoptar medidas. Aunque de momento, nadie reconoce si en ese próximo encuentro se producirá alguna dimisión más o si las decisiones que se adopten afectarán a los miembros de la Comisión de Deontología. «Todo queda a la espera de cómo transcurran las siguientes reuniones», señalaron las fuentes consultadas (...).

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