Ni siquiera Richard Zubelzu sabe exactamente por qué. El director es el primer sorprendido, pero más de cien personas de Trinidad y Tobago han visto su documental. Hasta este pequeño país de las Antillas caribeñas ha llegado la historia del túnel de La Engaña, aquella obra magna de la ingeniería española de los años 50 que pretendía unir el Mediterráneo con el Cantábrico a través de la provincia de Burgos y que nunca logró su propósito.

También lo conocen más de cuarenta neozelandeses, 216 nigerianos, 357 sudafricanos, 7.704 filipinos o 20.500 espectadores en Namibia. La potencia planetaria de Prime Video, la plataforma audiovisual de Amazon, ha llevado ‘Una gesta sobre la maleza’ hasta los cinco continentes. Al menos en 23 países de todo el mundo, de Papúa Nueva Guinea a Liberia o Suecia, ya se conoce la epopeya narrada entre otros por protagonistas directos como Benedicto Gómez López, un antiguo trabajador de Pedrosa de Valdeporres.

Zubelzu, el director, apunta que en total el número de visualizaciones supera las 614.00, de las cuales casi 450.000 se han producido en España, cifras sorprendentes que explica por la potencia difusora de Prime Video, donde emiten varios de sus documentales. Por detrás de los espectadores españoles se sitúan los de Estados Unidos con más de 37.000 y los del Reino Unido con más de 25.000.

Boca norte, la que se asoma a tierras cántabras. - Foto: Patricia

Una gesta bajo la maleza se emite también en otras plataformas como Filmin, aunque ahí presentan datos inferiores por su dimensión más modesta. Hace dos semanas llegó a la Europa del Este, hasta las mismas puertas de Asia de la mano de Cinesquare, otro canal para el consumo de cine a demanda. Esto le permitirá el desembarco en trece países de la región: Serbia, Macedonia, Croacia, Bosnia, Montenegro, Eslovenia, Kosovo, Albania, Bulgaria, Grecia, Chipre, Rumanía y Turquía.

La historia de La Engaña es un relato sobre la España de mediados del siglo pasado y los esfuerzos de un país que salía de la posguerra por desarrollarse, pero también una historia universal sobre el afán de superación del ser humano y el deseo ancestral por conectar territorios cercanos geográficamente aunque separados por la orografía. Sin embargo, como de todos es bien conocido el Santander-Mediterráneo acabó fracasando.

Los raíles y las traviesas están actualmente desmanteladas (en varios tramos han sido sustituidos por agradables carriles verdes) y aunque durante décadas hubo circulación ferroviaria entre la Sierra de la Demanda y el límite norte de la provincia de Burgos, atravesando entre otras localidades la propia capital burgalesa, ningún tren llegó a cruzar el túnel porque problemas económicos impidieron acabar el último tramo cántabro.

En el documental participan también el historiador Miguel Muñoz, de la Fundación de Ferrocarriles españoles, El Diario Montañés, Dúnia Rossell (Ashef) y Mercedes López García, profesora titular de Estética de la Ingeniería en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Santander.