El bus tiene tantos viajeros en un mes como antes en un día

H.J.
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La caída del número de usuarios desde el estado de alarma llega al 97%. Los domingos solo los emplean 500 personas, el equivalente a la capacidad de tres vehículos articulados

El bus tiene tantos viajeros en un mes como antes en un día

El desplome en el uso del transporte público es un efecto directo e inmediato de la crisis del coronavirus, y en la red de Autobuses Urbanos de Burgos los datos están siendo demoledores. Desde la entrada en vigor del estado de alarma el número de usuarios ha caído tanto que ahora se suben en todo un mes el mismo número de viajeros que antes en un solo día.

El Ayuntamiento de la capital se adelantó a las decisiones del Gobierno central y durante los días 13, 14 y 15 (viernes, sábado y domingo) no circularon los vehículos del Servicio de Movilidad y Transportes. Un día antes, el 12, el desplome en el uso del autobús ya había sido notable. Pero después, y por indicación de la administración central y autonómica, se recuperó el servicio aunque bajo mínimos.

Según un balance del mes de marzo elaborado por los responsables del Servicio, la media de viajeros entre los días 16 y 31 fue de 1.444, un dato que está a años luz de lo que venía siendo normal, pues en la primera quincena de marzo rondaba los 38.500. Siguiendo este mismo cálculo, de seguir así las cosas habrá que esperar 27 días para alcanzar la habitual cifra de pasajeros diaria.

En el cálculo facilitado por la gerencia de Autobuses Urbanos se aprecia cómo el día de más utilización de todo el mes fue el jueves día 5, cuando toda España todavía se movía de forma despreocupada y se alcanzaron los 48.753 usuarios. Incluso el fin de semana del 7 y 8 de marzo, el último que vivimos con normalidad, se registraron 26.000 y 17.000 respectivamente el sábado y domingo.

Por el contrario, desde el cierre casi total del país los datos en los días laborables no han superado nunca los 2.024 pasajeros del jueves 19, mientras que se tocó fondo el domingo 22 con solamente 502 ocupantes del transporte público colectivo a lo largo de toda una jornada. Para hacerse una idea de lo que supone, la capacidad de un autobús articulado a su máxima capacidad se estima en 150 personas.

El descenso detectado por los responsables municipales llega en algunos días a pérdidas del 96 e incluso del 97% en los viajeros respecto a los datos  previos a este gigantesco cambio en las costumbres sociales obligado por la pandemia. Por supuesto, se trata de porcentajes jamás vistos previamente en el servicio de Autobuses, que ha estado varios años perdiendo usuarios pero nunca con la brusquedad que ahora se observa y que se identifica con una situación de absoluta excepcionalidad.

Más que Moovit. Las cifras son incluso mayores que las estimadas por la aplicación Moovit que un gran porcentaje de usuarios del transporte público tienen instalada en sus teléfonos y que ha permitido a esta empresa realizar sus propios cálculos. En el informe, que ya adelantaba el martes la edición digital de este periódico,  se hablaba de una caída del 91 por ciento.

Además, resaltaba que en la capital burgalesa, por haber sido una de las primeras de España en las que el brote del COVID-19 cobró fuerza y empezó a alarmar a la población y a las autoridades, el descenso empezó a notarse el jueves 12 de marzo (el día que se anunció que se cerrarían los colegios) con una reducción del 0,5%. "Un día antes, el uso del transporte público todavía mostraba datos positivos con un leve incremento del 2,3%", explican desde Moovit, mientras que veinticuatro horas más tarde, "la caída en el uso del transporte urbano era ya del 6,4%".