La estampa recordaba más a la de un campaña electoral que a la de una reunión del equipo de Gobierno y de Cs, su socio presupuestario, con la Federación Provincial de Hostelería. La crisis sanitaria y económica del coronavirus habrá podido romper muchas cosas, pero no el idilio que, desde hace meses ya, mantienen el alcalde, Daniel de la Rosa, y el líder de la formación naranja, Vicente Marañón. Hasta el punto de que ambos líderes, acompañados del concejal de Hacienda, David Jurado, y la número 2 de Cs, Rosario Pérez Pardo, convocaron a los medios gráficos a una terraza del paseo del Espolón para "simbolizar" su apoyo a uno de los sectores que peor lo está pasando en este momento.

Aunque no son comparables, otros líderes políticos han optado en el pasado por escenas similares en situaciones complicadas. Para el recuerdo ha quedado la imagen de Manuel Fraga dándose un chapuzón en Palomares tras un accidente nuclear, la de Miguel Arias Cañete comiendo un chuletón en la crisis de las vacas locas o, más recientemente, la de la vicealcaldesa de Madrid (Cs), Begoña Villacís, cortando una cinta para celebrar la vuelta de las terrazas a la capital de España. A falta de grandes inauguraciones hay quien encuentra la fórmula para ponerse delante del objetivo.

Aunque Villacís y Marañón han mostrado ya varias coincidencias en los gustos en los últimos tiempos (la vicealcaldesa de Madrid también propuso levantar una noria), el portavoz de la formación naranja en el Ayuntamiento de Burgos, quién sabe si de broma o en serio, aseguraba ayer que la idea de juntarse en una terraza del Espolón había sido suya. "Se me ocurrió ayer mientras me afeitaba", afirmaba para chanza de sus compañeros de mesa. Y el alcalde, al que no se le ha olvidado que necesita a Cs para apoyar los Presupuestos, secundó la idea y llamó al presidente de la Federación Provincial de Hosteleros, Fernando de la Varga, para meterle en un brete y participar de la promoción.

Se habló del clima, de las mascarillas de diseño y las bromas continuaron al sacar el alcalde un billete de 20 euros de la cartera que permanecía allí "desde hace más de dos meses" para pagar los cuatro cafés y el tercio de Mahou que había pedido Marañón. El líder de Cs aceptó de buen agrado la invitación y con tono jocoso vino a decir que era lo mínimo que podía hacer De la Rosa después de que la formación naranja le vaya a respaldar para aprobar el Presupuesto.

Preguntados sobre si se había invitado a participar a otras formaciones, el alcalde se apresuró a aclarar que no se trataba de un acto institucional sino de partido y que había surgido así. En cualquier caso afirmó que estaría encantado de compartir terraza también con el resto de formaciones si la situación se tercia.

De la Varga quiso dejar claro que "esto no va de colores políticos" y se quedó con lo que, a su juicio, era lo importante: simbolizar la progresiva vuelta a la normalidad y mostrar apoyo a la hostelería. Quédense con eso.