La calefacción de la Catedral, en manos de la Unesco

R.P.B./A.M.
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Tanto este proyecto como la reforma de Las Llanas han recibido el visto bueno final de la Junta y se han enviado para que informe Icomos

La calefacción de la Catedral, en manos de la Unesco - Foto: Jesús J. Matías

Será la Unesco, el organismo internacional que vela por la conservación y protección del patrimonio mundial, quien decida acerca de dos proyectos de gran envergadura para la ciudad: por un lado, el de la calefacción de la Catedral; por otro, el de la rehabilitación de Las Llanas. En el primer caso, según ha sabido este periódico, ya se ha conseguido algo que nunca antes se había logrado: que la Comisión de Patrimonio de la Junta diera el visto bueno al anteproyecto remitido hace unos meses desde el Cabildo.En su enésimo intento, la nueva propuesta de calefactar la Catedral ha sido por fin del agrado de Patrimonio. Y ya ha sido enviado a la Unesco, de cuya respuesta se está a la espera. Redactado por María Jesús González Díaz, arquitecta que fue presidenta de la Asociación Sostenibilidad y Arquitectura y de la Agrupación de Arquitectos por la Sostenibilidad, el anteproyecto apuesta por sistemas sencillos que no exigirían de ninguna intervención y que son absolutamente respetuosos con la arquitectura del templo y cuantas joyas atesora éste.

«En primer lugar, se monitorizarán y controlarán las condiciones internas de humedad y temperatura de la Catedral para hacer un seguimiento que garantice que no habrá alteración que pueda afectar a las piezas artísticas», explica González Díaz. Respecto a los sistemas para dar calor a los visitantes, se utilizarán tres diferentes, con el fin de adaptarse a las diferentes situaciones dentro del edificio. «El primero consistirá en colocar ventiloconvectores  en las cámaras existentes por donde circulaba el antiguo sistema de calefacción (se distinguen por esas cuatro rejillas existentes en el suelo: una en el coro, otra en la nave mayor y dos en el trascoro). Al existir ya esas cámaras, estos elementos  no se ven ni hay que modificar ni tocar el suelo», apunta la arquitecta.  

El segundo sistema consiste en colocar ventiloconvectores vistos, simplemente apoyados en el suelo,  «en otros lugares más concurridos, como los brazos del crucero, en número que se determinará en el proyecto de ejecución». Y, finalmente, para el presbiterio «se realizará un sistema específico de suelo radiante en seco, bajo las alfombras y la tarima existentes, que aliviará las condiciones de los oficiantes». Los tres sistemas a emplear, señala María Jesús González Díaz, serán «totalmente reversibles, sin afectar a los elementos arquitectónicos del edificio, y serán totalmente desmontables sin dejar rastro si un día hubieran de retirarse. El proyecto de ejecución afinará con más detalles y definición lo previsto en el anteproyecto», concluye.

«Deseamos con todas nuestras fuerzas y con toda la esperanza que sea el proyecto definitivo.Han sido muchos años de lucha y perserverancia. Consideramos imprescindible que la Catedral tenga calefacción.La actual situación es insostenible», afirma PabloGonzález, presidente del Cabildo catedralicio, quien no contempla el horizonte de 2021 -año en el que se va a conmemorar el VIII centenario de la colocación de la primera piedra del templo- sin una Catedral que sea «habitable» para visitantes y feligreses. «Estamos en la recta final, quedan dos años para la celebración y la Catedral debe estar perfecta. Esperamos que la Unesco dé un dictamen  favorable».

Satisfecho por el visto bueno de Patrimonio, el Cabildo cruza los dedos para que la Unesco considere el proyecto viable. El organismo internacional ya truncó por dos veces sendas intentonas de instalar calefacción el la Catedral, ambas relacionadas con el suelo radiante, que fue una de las apuestas más decididas del Cabildo pese a toparse una y otra vez con las negativas de los técnicos y de la propia Unesco.

Retablos urbanos

Otra obra que ha quedado en manos del dictamen de la Unesco es la rehabilitación integral de Las Llanas. Es la pieza que completaría la puesta en valor del Casco Histórico, y particularmente del perímetro de la Catedral y su conexión con Fernán González y el ARCH, dos de las actuaciones urbanísticas más exitosas de los últimos años. Ahora, después de cuatro años de gestión en dependencias municipales, la versión definitiva del proyecto de ejecución, denominado ‘Retablos urbanos’ y obra de los estudios AU Arquitectos y AJO, acaba de ser remitida a la Unesco para que informe los planos. Esto sucede después de que el proyecto haya superado de forma favorable los informes de todos y cada uno de los servicios municipales y de que la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León haya dado también el visto bueno definitivo. En ambos casos se trataba de informes preceptivos para poder licitar las obras. Con el plácet en la mano, parecía el momento de contratar la ejecución, máxime cuando es un proyecto que cuenta con el respaldo de todos los grupos políticos con representación municipal. Pero no.

Un informe jurídico del gerente de Fomento del Ayuntamiento de Burgos ha pedido que Unesco informe la actuación, lo que suena a una táctica dilatoria de la ejecución más que a una necesidad real. Basta comprobar que en obras tan próximas a la Catedral como la que se pretende en Las Llanas no se consideró la necesidad de que Unesco las diera el visto bueno. Se podría entender como una cortesía adecuada al título de Patrimonio de la Humanidad que ostenta la Seo, pero nunca como un informe vinculante. Si lo fuera, en ocasiones anteriores se habría incurrido en una omisión flagrante porque se trata del mismo Ayuntamiento que consideró «no vinculante» lo que Icomos pudiera decir sobre el Plan Catedral XXI (‘repavimentación’ de la plaza del Rey San Fernando). Es un cambio de criterio desconcertante que provocará nuevos retrasos en una obra que también mira hacia el VIII Centenario de la Catedral de Burgos.