Adiós a cuatro décadas de Guerra

I.M.L.
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Un problema de salud lleva a Ángel Guerra a abandonar su cargo en la Diputación Provincial, tras dejar la presidencia del PP en la comarca

Ángel Guerra recibió la vara de Alcaldía en 2003 de manos de Luis Briones.

El más veterano de la política ribereña que quedaba en activo formando parte de las instituciones públicas ha dado un paso atrás. El hasta ahora diputado provincial Ángel Guerra presentó su dimisión del cargo por motivos personales, a causa de un problema de salud, cerrando así una etapa de 40 años en la primera línea de batalla. Desde su entorno más cercano en el Partido Popular, cuya sección ribereña presidió durante casi un cuarto de siglo hasta el pasado mes de diciembre, aseguran que su retirada no tiene nada que ver con el actual escenario político, aunque se ha retrasado hasta después de la cita con las urnas del domingo para no ensombrecer la campaña electoral.

Guerra llegó a Aranda para ser profesor en el antiguo colegio Virgen de las Viñas, donde dio clases hasta que se cerró el centro. Allí daba clases de idiomas, y durante muchos años tuvo por costumbre saludar en francés con su habitual comment ça va? (¿cómo estás?). 

Su aterrizaje en la política llegó en la campaña electoral al Ayuntamiento de Aranda de Duero para los comicios de 1983, en los que entró como concejal, cargo que ocupó hasta 1995, y de 2003 a 2011. Entre medias, fue edil en el Ayuntamiento de Quemada, que dejó para regresar al arandino en calidad de alcalde, puesto que desempeñó entre 2003 y 2007. 

En el Ayuntamiento de Oquillas también llegó a ostentar cargo de concejal desde 2011 hasta la actualidad, llegando a ser alcalde de esta localidad ribereña entre 2015 y 2019.

Esta presencia continuada en las administraciones locales le permitió también formar parte de la Diputación provincial, institución en la que se estrenó en 1987, ostentando cargos y responsabilidades de gobierno. Hasta su dimisión, mantenía los cargos de vicepresidente tercero de la Diputación y presidía las comisiones de Hacienda y de Cuentas, además de participar como vocal en otra media docena. 

Esta institución le rendirá un homenaje por su dedicación y trabajo por la provincia de Burgos en el próximo pleno que celebre, y no será hasta el siguiente cuando David Colinas, alcalde de Roa de Duero, sustituya a Ángel Guerra tomando posesión de su acta.

La figura de este mítico político ribereño nunca ha pasado desapercibida, con momentos destacados como los enfrentamientos con la también incombustible política Leonisa Ull, que traspasaron las puertas del Ayuntamiento para llegar a los juzgados. Más allá de la política, su afición por cantar y tocar la guitarra es otra de las imágenes que se asocian a su persona.