La energía verde es un motor de desarrollo que cada vez gana más peso. La ola resulta imparable y la necesidad de fuentes renovables impulsa a este sector. Miranda tenía sobre la mesa más de media docena de proyectos para instalar plantas fotovoltaicas en su término municipal, aunque una de ellas ha ganado terreno y cumple pasos para ubicarse en Suzana, una de las pedanías de la ciudad. La inversión que manejan los promotores alcanza los 15 millones de euros, con los que valdría para desarrollar esta instalación que proyecta una capacidad de 25 megavatios, por lo que la producción la estiman en 37.475.000 kilovatios hora al año, que según la empresa responsable, equivale al consumo de 10.750 hogares durante un año.

El promotor de la planta es el Grupo Simetría y la empresa que está desarrollando el proyecto es Íber Sostenibilidad y Desarrollo, firma especializada presente en varias regiones como Aragón, Valencia, La Rioja o Andalucía. La superficie que ocupará la planta en Suzana llega a las 70 hectáreas -lo que equivale a unos 70 campos de fútbol- y como destacan en la propia empresa, la energía que obtengan a través de las placas solares se «evacuará en la subestación ubicada en Miranda de Ebro».

Los beneficios medioambientales de este tipo de instalaciones empujan su instalación, y en el que caso del parque solar previsto en la ciudad «se estima que permitirá evitar la emisión equivalente de más de 9.150 toneladas anuales de dióxido de carbono». La reducción de este tipo de gases representa uno de los objetivos con este tipo de energías, que a la larga no repercuten en gran medida en los puestos de trabajo en la zona, pero este tampoco es el objetivo con el que se impulsan.

La previsión marca que «se requieran en torno a cinco puestos de trabajo, por un periodo de 30 años», que es el tiempo para el que inicialmente está prevista la explotación de la instalación. Aún así, una inversión de esta envergadura, sí que tendrá un impacto directo en el tejido laboral durante la  construcción y puesta a punto. Esta fase inicial durará según los cálculos de Íber Sostenibilidad y Desarrollo un año y durante este tiempo, calculan que la creación de empleo superará el «centenar de personas».

La apuesta por Suzana es firme e incluso ya han negociado con los propietarios de los terrenos en los que colocarán las placas solares, uno de los pasos más importantes, ya que dada la gran cantidad de titulares a los que afecta, hay que alcanzar muchos acuerdos para el uso de los terrenos, que tienen la catalogación de rústicos.

Una vez conseguido este requisito inicial y dada la naturaleza de este tipo de instalaciones, antes de empezar a mover la tierra para echar los cables y colocar lo paneles, el proyecto tendrá que iniciar su tramitación ambiental y también el de las licencias administrativas, algo que esperan pueda arrancar «esta misma primavera».

En este sentido, los responsables del proyecto aclaran que «se está ultimando la elaboración de todos los estudios necesarios para las tramitaciones». En cualquier caso, remarcan que será un procedimiento simplificado y «se someterá a consulta de diversos organismos, tanto autonómicos como provinciales y el organismos de cuenca, además del propio Ayuntamiento». Todos estos pasos esperan culminarlos antes de dos meses.

Beneficios. El proyecto acarreará una serie de «beneficios socioeconómicos para el municipio», afirma la empresa. En este sentido, la intención de la firma es incluir la adecuación del entorno y mejorar las zonas verdes del parque solar, junto al fomento de la educación ambiental, ya que una de las intenciones es mostrar el parque fotoviltaico cuando esté activo a colectivos de Miranda, para conozcan el funcionamiento de esta fuente verde y sus beneficios para el ecosistema.

Además,  también prevén que Suzana pueda beneficiarse de instalaciones de producción de energía mediante el autoconsumo, para espacios que dependan de esta pedanía mirandesa, en la que se colocará la mayor planta solar de la comarca.