El 'annus horribilis' del camarero, del peluquero...

G. ARCE
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El paro entre músicos, compositores y cantantes se disparó un 166% durante la pandemia; entre los chefs, un 133%

La cristalería ha sido una actividad en crecimiento laboral en 2020. - Foto: Luis López Araico

Las más de 120 ocupaciones que integran el mercado laboral burgalés padecieron un auténtico descalabro durante el año de la pandemia. El paro creció en más de dos dígitos en la mayoría de ellas y la contratación descendió en la misma proporción e incluso en mayor medida, según constata el Observatorio de las Ocupaciones de 2020 del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Solo se salvaron de la crisis los empleos vinculados al ámbito sanitario y al asistencial, que terminaron el año en verde para atender la demanda excepcional de la enfermedad de la covid-19, y sufrieron menos castigo muchos de los empleos que operan en torno a la construcción.

Entre las 35 ocupaciones que más volumen de trabajo dan en Burgos, los camareros asalariados padecieron un auténtico castigo tras el cierre de establecimientos o las limitaciones horarias en la hostelería. El paro entre este colectivo laboral subió un 62,7% y los contratos se desplomaron un 69%. Próximos a estos porcentajes estuvieron dos ocupaciones más minoritarias pero cuya razón de ser es el contacto muy directo con las personas (el mayor riesgo de contagio). Así, el paro subió un 58,2% entre los empleados domésticos (por el confinamiento en los hogares) y un 55,7% entre los peluqueros. Los contratos bajan un 8,4% y un 52,4%, respectivamente.

Aunque su número y su peso en el mercado laboral burgalés es muy limitado porque son muchos menos profesionales, sobresale el crecimiento detectado del 166% del desempleo entre músicos, compositores y cantantes -fruto de la clausura de los escenarios y la cultura- y el 133% de alza entre los chefs. Los fogones apagados y el cierre de comedores dispararon casi un 33% el desempleo entre los cocineros asalariados, un colectivo más numeroso, un 133% entre sus responsables, los directores y gerentes de restaurantes.

Paradójico es ese 200% de alza en el desempleo entre los empleados de pompas fúnebres y embalsamadores en el año de mayor mortandad, aunque en realidad son 3 parados, y el 75% de crecimiento del paro en las plantillas de las salas de juego y afines.

Entre las profesiones con mayor número de trabajadores analizadas por el SEPE, el paro aumenta por encima del 20% entre los peones industriales, del transporte y de las obras públicas; entre el personal de limpieza de oficinas y hoteles; entre los vendedores de tiendas y almacenes o entre los administrativos. Los conductores de asalariados de automóviles, furgonetas y camiones, también padecen la crisis, como los mecánicos y ajustadores de vehículos o los recepcionistas.

La lista de damnificados es interminable pero hay algunas profesiones que se salvan de la quema o se queman menos. Entre las primeras y las que más peso tienen en el mercado laboral, el desempleo bajó un 1,46% entre los auxiliares de enfermería hospitalaria. Es el único colectivo del top 35 ocupaciones que acaba el año en verde.

Entre las que menos se queman están los operadores de máquinas de coser y bordar (el paro solo sube un 1,68% en Burgos), los peones de la construcción (5,52%), los soldadores y oxicortadores (5,68%), los cuidadores de personas (8,44%) y los encofradores y especialistas en el hormigón, que aunque ven crecen un 9,7%, la contratación sube un 4% con respecto a 2019.

Brotes verdes. En el Observatorio de ocupaciones del SEPE hay algunos apuntes curiosos. En el año de la pandemia, el paro castiga sin piedad a todos los asalariados pero desciende en un 10% entre directores generales y presidentes ejecutivos, un 15% entre los economistas, un 9% entre los financieros y no existe entre los sacerdotes, profesión que también fiscaliza el SEPE.

El sector de internet, las tecnologías de la información, los sistemas informáticos y las redes sigue generando oportunidades de empleo el año del teletrabajo y las videoconferencias.

También hay brotes verdes, según el Observatorio del SEPE, entre los enfermeros no especializados; los operadores de máquinas para trabajar la madera; entre los artesanos de tejidos, cueros y materiales similares; entre los barrenderos y afines; los catadores y clasificadores de alimentos; los empleados de correos (atendiendo el boom de la paquetería) e incluso entre los cristaleros, para atender la alta demanda de vidrio plano en la promoción residencial y en las obras de rehabilitación de vivienda, dos ámbitos que van a dar juego a los largo de 2021.

La industria sostiene. El top 10 de las contrataciones que generan más trabajo en Burgos ha cambiado significativamente tras la pandemia, aunque la industria manufacturera sigue siendo el primer contratador de la provincia y el gran sostenedor de los números en el mercado laboral burgalés tras el desplome de la hostelería.

De entrada, en el primer trimestre de 2021 las diez ocupaciones más contratadas generaron 12.031 empleos, lo que supone un 21,6% menos que el pasado año. La mitad de los puestos de trabajo (6.211) fueron para peones de la industria manufacturera, que de enero a marzo generó una actividad laboral muy por encima del segundo contratador, el sector de la limpieza (1.315 empleos de personal para limpieza de oficinas y hoteles), y del tercero, los vendedores en tiendas y almacenes (956).

Matizar que en la contratación en la industria predominan los hombres, mientras que en la limpieza y el comercio son mayoritarias las mujeres, aunque su número y también sus oportunidades son menores que las de los varones.

En el primer trimestre del año de la pandemia, que terminó con el decreto del estado de alarma, el oficio de camarero asalariado ocupaba el segundo puesto del ranking de las oportunidades de empleo con 3.343 contratos. En el presente año desciende al quinto, con 543, lo que supone una sexta parte del trabajo que daba la hostelería el pasado año.

Además, del primer trimestre de 2021 han desaparecido los ayudantes de cocina entre las diez ocupaciones más contratadas, así como los auxiliares de enfermería hospitalaria, que vieron como la pandemia reactivaba la demanda de este tipo de profesionales.

Cambios. En el listado de 2021 hay que destacar que han entrado con fuerza ocupaciones con un fuerte vínculo industrial, lo que confirma la fortaleza de este sector en los actuales momentos de crisis sanitaria. Se trata de los empleos de ajustadores y operadores de máquina herramienta (432) y los operadores de instalaciones (413). Asimismo, en el puesto diez aparecen los profesores (370).

Por debajo de los diez primeros en número de contratos se consolidan ocupaciones revalorizadas tras los cambios del último año, como los empleados domésticos (370 contratos en el primer trimestre), trabajadores de los cuidados de personas (282), auxiliares de enfermería hospitalaria (277) o trabajadores de los cuidados personales (202).  Estos empleos están jalonados por otras ocupaciones vinculadas en su mayoría al sector de la construcción (peones y albañiles) y a la logística (carretilleros).

¿Dónde trabajo? El listado de las ocupaciones más ofertadas en Burgos de enero a marzo, el último que se conoce, puede dar pista de hacia donde apunta el mercado laboral local para los próximos meses. De entrada, en el primer trimestre se han barajado 636 ofertas laborales, el 14% del conjunto de Castilla y León. La ocupación con más oportunidades es la de peón de la obra pública, seguida de la de personal de limpieza y personal especializado en jardinería, por este orden.

El mercado local también pide profesionales de la enseñanza, enfermeros especializados y albañiles, sin olvidar en cuidadores de personas, electricistas y montadores industriales. En general, todos los oficios vinculados a la construcción de obra nueva y rehabilitación tienen demanda.

Del listado facilitado por la Junta de Castilla y León ha desaparecido la oferta para camareros asalariados y la de los cocineros es mínima.