La reapertura del tren Directo Madrid-Aranda-Burgos es una de las grandes reivindicaciones de la Ribera del Duero y de la provincia de Burgos y los partidos políticos lo saben, por eso cuando uno está en la oposición pide al Gobierno de turno su reapertura y al revés. El penúltimo capítulo de esta demanda, que corre el riesgo de convertirse en solo un arma arrojadiza, llega a partir de la pregunta del Partido Popular al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. La cuestión registrada por el PP en el Senado a principios de este año era directa: "¿Tiene intención el Gobierno de reabrir la línea ferroviaria Madrid-Burgos por Aranda de Duero?".

La respuesta ha vuelto a ser un pasar la pelota a otro, en este caso a la Junta de Castilla y León y a los distintos Ayuntamientos interesados en esta línea ferroviaria. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha contestado que "siempre se ha mostrado abierto a valorar la información que puedan proporcionar las administraciones locales y autonómica sobre posibles tráficos futuros, con objeto de analizar si hay peticiones de empresas concretas, así como los volúmenes a los que se comprometen, antes de tomar una decisión sobre la reapertura de este tramo de la línea".

En este sentido, desde la Plataforma por el Ferrocarril Directo, en las últimas declaraciones recogidas por este periódico, se echaba en falta una mayor reivindicación por parte de las instituciones locales y provinciales, ya fueran públicas o privadas. Todo ello cuando se estaba trabajando en un documento de necesidades y valores añadidos que se llevará a instancias europeas con la meta de intentar incluir el Directo en el Corredor Atlántico y dotarlo así de parte de la financiación necesaria.

Volviendo a la última noticia relacionada con el Directo, en su respuesta a la pregunta del grupo popular en el Senado, el Gobierno también ha recordado cómo a principios de 2016 fue posible la reapertura del tramo Burgos-Aranda para mercancías. "Se comprobó que en este tramo existían tráficos potenciales, que, aunque son modestos, tenían una gran importancia para la ciudad de Aranda de Duero, y varias industrias allí establecidas. Además, las inversiones necesarias para la reapertura comercial del tramo eran viables. Como consecuencia de dicho análisis, fue posible la reapertura comercial de este tramo", se recoge en la respuesta gubernamental emitida el pasado mes de marzo.