Un mes después de que muchos comercios iniciaran las rebajas de invierno adelantándose a la fecha tradicional de después de Reyes, el balance de la campaña resulta desigual en el sector. Mientras la asociación Centro Burgos, que agrupa a empresarios del casco histórico y la zona sur, valora de forma positiva este periodo de descuentos, la patronal (FEC) y la agrupación Zona G realizan un balance más negativo al considerar que las ventas han repetido los malos niveles de 2020 o incluso empeorado.
«Los comerciantes no están nada contentos», subraya el vicepresidente de la Federación de Empresarios de Comercio, Julián Vesga, a la hora de resumir la evolución del mes más fuerte, el de enero, sobre el que asegura que «se ha dejado de trabajar» una vez pasados los primeros quince días. En este sentido, sostiene que todavía no se ha producido «un cambio en la tendencia» de consumo de los ciudadanos, algo que, según subraya, no solo se ha notado a nivel local sino también en el conjunto nacional con una «pérdida de terreno» para los pequeños negocios.
En la misma línea, la responsable de la asociación Zona G de Gamonal, Victoria Vélez, califica de «muy floja» la campaña, haciendo hincapié en que no se han cumplido las previsiones iniciales después de unas Navidades en las que tampoco se alcanzaron las expectativas. «No se ha visto a gente por la calle», precisa, al tiempo que recuerda que el año pasado, aun con más restricciones, el movimiento fue mayor que este ejercicio, en el que el colectivo ha notado especialmente la sexta ola y sus consecuencias en el aumento de los contagios y por tanto de las cuarentenas o de los aislamientos.
Una valoración más favorable de las rebajas realiza el presidente de la asociación Centro Burgos, Raúl Martínez. Estima que el incremento de las ventas se ha situado en el 15% respecto al mismo periodo de 2020 y que esta situación se ha debido a la buena evolución de las mismas que se produjo durante los primeros días de campaña. Sobre este asunto recuerda que notó un cambio de hábitos por parte de los consumidores, que acudieron al pequeño comercio en esos días en los que tradicionalmente la afluencia de público se concentra en las grandes cadenas textiles.
Finalizado enero, febrero se presenta como un mes de «transición» para esta agrupación, a pesar de que el periodo de descuentos no acaba oficialmente hasta el día 28, confiando en que a mediados comience a recuperarse la actividad. Por su parte, Vesga lo da por perdido y Vélez mira hacia marzo, al tiempo que deposita sus esperanzas en la vuelta de eventos como bodas y comuniones, con gran peso en el equipamiento de la persona. De hecho, avanza que en esta ocasión los comerciantes han comprado más género en lugar de la prudencia de pasados ejercicios.
Se muestran optimistas de cara la temporada de primavera-verano, que empieza a verse en numerosas tiendas, y prevén que la mejora de la situación sanitaria permita volver a la «normalidad».