Aunque las encuestas realizadas por el Servicio de Movilidad y Transporte (Smyt) dan un notable a los autobuses urbanos, siempre hay un margen de mejora. Por ello, el concejal del área, Leví Moreno, anunció ayer que se aspira a lograr fondos europeos con el objetivo de implantar el pago con el móvil o tarjeta de crédito y la instalación de máquinas validadoras del bonobús en la parte central de los vehículos para que los viajeros en silla de ruedas o con carritos de bebé no tengan que desplazarse hasta la zona delantera, lo que en numerosas ocasiones causa trastornos si hay mucha afluencia de viajeros. 

Moreno subrayó la necesidad de contar con fondos extra para abordar estas mejoras, dado que el coste de instalar nuevas máquinas para validar los bonobús tiene un coste de 400.000 euros. «La inversión en las validadoras es muy elevada para que la afronte el servicio en solitario», señaló.

En su opinión, la renovación de la flota, el nuevo mapa de autobuses y la renovación del modelo de las tarjetas de bonobús han contribuido a aumentar el número de usuarios hasta casi rozar los niveles prepandemia. «Esperamos llegar a los 12 millones de viajeros a lo largo de este año», añadió.

Por otro lado, el Samyt sacará a concurso la adaptación de 15 paradas de autobús por un importe de 365.000 euros con el objetivo de que puedan empezar las obras en agosto (...).

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