"Es limitado ver el 10-N como una responsabilidad política"

Á.M.
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Entrevista con Sandra Moneo, cabeza de lista del PP al Congreso por la provincia de Burgos

Sandra Moneo - Foto: Alberto Rodrigo

Por ocho veces candidata al Congreso, la de abril fue la primera en la que Moneo encabezó la papeleta ‘popular’ por Burgos. El 28-A atomizó el voto como nunca antes y dejó a los ‘populares’ con su mínima representación histórica por la provincia de Burgos. Ahora las encuestas marcan otra tendencia.

Los sondeos dicen que son ustedes el partido al que mejor le van a venir estas elecciones.

Indican que el PP tendrá una subida mayor, pero las encuestas sólo son eso, encuestas. Nosotros no hemos cambiado de posición y no queríamos que se celebrasen estas elecciones. Lo que España necesitaba era un gobierno estable que tomara decisiones en un escenario económico complicado. El PSOE, y más en concreto el señor Sánchez, no ha querido impulsar ese gobierno necesario a través de una negociación.

Bueno, si es eso lo que hacía falta, el PP podría haber tomado una posición proactiva.

El PP ha acudido a todas las llamadas que Sánchez ha hecho a Casado. Aun siendo el primer partido de la oposición, que lo éramos, pusimos encima de la mesa 11 pactos de estado. El PP estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de llegar a acuerdos con el PSOE por el bienestar de todos los ciudadanos, pero el PSOE dijo no. Ofrecimos los pactos aun sabiendo que el PSOE había pactado con aquellos partidos que ponen en cuestión la unidad de España; gobiernan en 40 municipios y la Diputación de Barcelona con los independentistas, ha asumido el gobierno de Navarra pactando con los herederos de Batasuna... No son decisiones que inviten a la confianza.

¿Y qué se supone que va a cambiar el 10-N?

Eso lo tendrán que decidir los ciudadanos. Plantearse que el 10-N es una responsabilidad sólo de los partidos es una visión limitada. Los ciudadanos el 10-N tienen la decisión sobre lo que puede ocurrir después de ese día. Existen dos posibilidades de gobierno, una es el PSOE y otra el PP. Lo que tenemos claro y creo que saben todos los ciudadanos es que dividir el voto del centro-derecha implica que Sánchez esté cuatro años más en la Presidencia del gobierno.

El problema de su teoría es que, a día de hoy, ninguna encuesta le da al centro-derecha la posibilidad de sumar mayoría ni por aproximación.

Es cierto que las encuestas nos dan un fraccionamiento del voto con un partido despegado del resto, que es el PP en esa opción política. Conviene recordar que nuestro sistema electoral hace que los votos que no llegan para que un partido tenga un diputado significa que esos votos vayan a otra opción de una ideología completamente diferente. En Burgos el voto de centro-derecha se fraccionó. En el caso de VOX obtuvo más de 24.000 votos que sirvieron para que el PSOE consolidase el segundo diputado. Eso es una realidad. No vamos a discutir la legitimidad de otras fuerzas, pero hay que saber que la división da alas a la izquierda.

¿Por qué no ha salido adelante el proyecto de ‘España Suma’?

VOX ha hecho el movimiento del Senado en tiempo de descuento, una puesta en escena por el fracaso de su actuación en la propuesta de España Suma. El PP puso sobre la mesa esa posibilidad desde agosto y lo único que ha recibido tanto de Cs como de VOX es un no. Quien renunciaba a sus siglas siendo el primer partido de la oposición era el PP, pero no quisieron.

Núñez Feijoó pide una gran coalición y Casado le responde que no diga ‘caralladas’. Parece todo un poco contradictorio...

Nosotros salimos a ganar y no es incompatible para que después del 10-N busquemos acuerdos para sacar del bloqueo al país. Seremos la fuerza que impulse el desbloqueo si es que se da, pero estamos en periodo electoral y somos un partido de gobierno. Gobernamos en ayuntamientos y comunidades y aspiramos a tener responsabilidades de gobierno en España. Con el mandato de los ciudadanos, el PP entenderá lo que nos han querido decir y tomaremos las decisiones oportunas.

Se han hecho algunos cambios en las listas para acercar históricos del Partido a Pablo Casado. El más notable, el de una persona muy cercana a Mariano Rajoy: Ana Pastor.

Ana Pastor será el dos de la lista de Madrid pero ha estado ahí siempre, era vicepresidenta del Congreso y es una persona muy relevante en el día a día. Se ha visto más al dejar el número uno por Pontevedra. La lista de Madrid ha experimentado cambios, algunos motivados por la renuncia de Daniel Lacalle o porque han asumido otras responsabilidades. Es una actuación que demuestra lo que es el PP, un partido que crece por adición: personas nuevas que dan el paso a la política conviven con otras de las que se aprende día a día. Hay otros casos, como los de Elvira Rodríguez o Isabel García Tejerina. El PP no sólo tiene programa, también tiene un equipo que aúna experiencia con renovación.

Lo de crecer por adición no parece el caso de Burgos: usted va a por su novena legislatura consecutiva y en el resto de las listas tampoco se ven caras nuevas.

En la inmensa mayoría de las provincias no ha habido renovación respecto a abril. Los cambios que se han hecho venían motivado por causas personales, pero la tónica general es la continuidad. Yo llevo unos cuantos años en la vida política, encabecé la candidatura por primera vez en abril y el presidente del Partido y mis compañeros de Burgos han considerado que esa candidatura encabezada por mí puede obtener buenos resultados. Pero todos somos necesarios y ninguno imprescindible, lo que importa es el conjunto del proyecto político.