Una llamada telefónica cerca de las tres de la madrugada sobresaltó a Diego Fernández. La atendió porque venía de un teléfono fijo con numeración de Medina de Pomar y pensó que algo grave o excepcional podía haber ocurrido. Así era. Un vehículo se había estrellado contra el escaparate de Agromedina, el negocio que dirige junto a su socio, José Miguel Linaje. El único vecino del número 31 de la avenida de Burgos que le avisó estaba convencido de que se trataba de un alunizaje y le estaban robando.

Pero realmente lo que ocurrió es que una joven de 36 años se había salido de la carretera nacional 629 y se había estrellado con su vehículo de tipo familiar contra el bajo del bloque de pisos donde se ubica Agromedina. Se desconocen las causas del accidente que se produjo en dirección de entrada a la ciudad cuando el coche salía de la curva pronunciada a la izquierda que da paso al puente sobre el río Trueba. Un exceso de velocidad pudo desviar el turismo a la derecha hasta empotrarlo contra el edificio o bien la conductora pudo dormirse o despistarse.

La joven estaba inconsciente cuando el propietario del negocio acudió al lugar de los hechos y aún tenía un cigarrillo entre los labios. Para ese momento, ya se había personado la Guardia Civil de Tráfico que estaba atendiendo el accidente. La joven, de 36 años, fue trasladada en la ambulancia UVI móvil al Hospital Universitario de Burgos (...).

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de hoy miércoles o aquí)