Hasta su cierre en octubre de 2019, el cuartelillo que la Policía Local mantenía en el corazón de Gamonal era un lugar que representaba la cercanía con el ciudadano. No es casualidad, por tanto, que los mandos decidieran habilitar este espacio para dar cabida a su Unidad para la Diversidad. Los seis agentes que la componen pretenden volver al origen. Retomar ese espíritu integrador y ejercerlo de una manera más específica. Son ellos los encargados de velar por la seguridad de más de medio centenar de mujeres víctimas de maltrato. Todas ellas tienen un nivel de riesgo bajo o no apreciado, según el sistema de valoración Viogen. La idea es que en verano el número se incremente a las 120.

Las dependencias policiales han cambiado ligeramente de aspecto para convertirse en ese refugio que dé cobijo a las mujeres. Su imagen pretende ser diferente a la de la base de la avenida Cantabria para que las víctimas se sientan más cómodas. «Hemos confeccionado una sala para que no tengan esa sensación de que están en un lugar lleno de policías. Queremos crear un ambiente más íntimo que también les aporte esa seguridad», expone Jorge, oficial al mando de esta unidad que desde el pasado mes de octubre ha ido contactando con aquellas maltratadas asignadas tras el convenio suscrito por el Ayuntamiento de Burgos y la Subdelegación de Gobierno.

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