«Lo perdimos todo pero estamos vivos»

F.L.D.
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El incendio de una casa en Castañares deja sin techo a una familia que tuvo que ser realojada en el hotel Las Terrazas. La mala combustión de una gloria sería el posible origen del siniestro

Los Bomberos trabajaron durante el día de ayer refrescando el inmueble y revisando la infraestructura. - Foto: Luis López Araico

Yajaira y Eduardo estaban aún despiertos a eso de la una y media de la madrugada. Esperaban, pacientes, la llegada del regalo más deseado por su hija Melani, un perrito. Tenía que traérselo una amiga que la noche de Reyes, siempre atareada en el mundo hostelero, salió tarde de trabajar. Cuando por fin llegó, quisieron darle una sorpresa a la pequeña. Pero entonces comenzó la pesadilla. La luz se fue en la casa de Castañares en la que vivían. Al ir a comprobar el problema, se dieron cuenta de que del último piso había fuego y salía un denso humo. Intentaron apagarlo sin éxito y los Bomberos tampoco pudieron salvar un inmueble que terminó siendo pasto de las llamas. Todo su mundo ardió en ese instante. Pero, en el fondo, se sentían afortunados porque podían contarlo.

«Gracias a Dios que estábamos despiertos esperando al perrito. Si no, es muy posible que ahora mismo no pudiera contarlo», relataba ayer aún compungida Yajaira. «Lo hemos perdido todo, pero al menos estamos vivos», sentenció seguidamente. En esa casa llevaban dos años y medio alquilados. Doce horas después del siniestro, los Bomberos aún seguían sofocando alguna que otra llama y revisando la estructura.

Del incendio, los tres miembros de esta familia, más la nueva mascota, salieron sanos y salvos. No necesitaron asistencia sanitaria ni por quemaduras ni por inhalación de humo. Sin embargo, la Policía Local se tuvo que poner en contacto con los Servicios Sociales para buscarles un techo (...).

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