Viviendas y centro social en la casa del médico de Sargentes

I.P.
-

Se trata de un edificio de piedra del siglo XIX de 240 metros cuadrados en tres plantas. El alcalde busca fondos europeos para costear los 300.000 euros que cuesta el proyecto

Vista del inmueble, que mantiene la estructura característica de la zona con balcones volados en una de las fachadas. - Foto: DB

El Ayuntamiento de Sargentes de la Lora dará nueva vida a la antigua casa del médico, un edificio singular cercano a la iglesia, de 240 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, un proyecto ambicioso cuya inversión podría acercarse a los 300.000 euros, un presupuesto que el municipio no puede asumir en solitario, de ahí que su alcalde ya esté tanteando a las administraciones ante la posibilidad de que pueda acogerse a los fondos que llegan de Europa.

La intención del Consistorio es habilitar las dos plantas superiores como viviendas, de tal manera que la localidad pueda disponer de ellas ante cualquier eventualidad como es ahora la acogida de refugiados en la que se están volcando pueblos que sí disponen de viviendas municipales o para familias con necesidades sociales, argumenta Carlos Gallo. «Se trata de abrir nuevas posibilidades y contar con esos recursos ante la posible llegada de nuevos habitantes al pueblo vinculados a la generación de alternativas de desarrollo en las que el Ayuntamiento está trabajando o para acoger a personas necesitadas por diversas razones», añade el regidor, que concreta que en esos 80 metros de planta se puede habilitar una cocina, salón, tres dormitorios y baño para que puedan vivir confortablemente dos familias, una en cada piso.

En cuanto a la planta baja se habilitaría como un espacio de usos múltiples para realizar actividades culturales y sociales, charlas, exposiciones, cine, conferencias o reuniones que ahora se llevan a cabo en el albergue -una de las escuelas construidas por el Padre Manjón-, pero que resulta inviable en las épocas en las que está ocupado con campamentos, colonias o las actividades que lleva a cabo la empresas adjudicataria de su gestión.

Otra de las opciones que planteaba el alcalde es sacar un espacio coworking en el inmueble para poder ofrecerlo a personas interesadas en teletrabajar en Sargentes, aunque la idea va perdiendo fuerza, no porque se descarte, sino porque ese espacio de teletrabajo podría adaptarse en una sala en los bajos del Consistorio, donde también se está acondicionando una pequeña biblioteca. «Estamos dando una vuelta a diversas estancias que tenemos disponibles para ver cómo organizarlas y satisfacer las necesidades que queremos cubrir, incluso también un local para los jóvenes», añade Gallo. 

El inmueble de la casa del médico, construido a mediados del siglo XIX, fue la vivienda del primer facultativo que hubo en Sargentes, donde residió varias décadas hasta su jubilación. Ya a mediados de los años 50 del siglo pasado se construyó una nueva casa del médico con consultorio, donde siguen pasándose las visitas actualmente. 

A principios de la legislatura pasada, ya con Carlos Gallo como alcalde, se cambió el tejado del edificio, con una inversión de 30.000 euros, para evitar que las filtraciones de agua siguieran deteriorando el interior; gracias a esa intervención, el inmueble se ha mantenido en pie y su rehabilitación para los usos que ahora propone el equipo de Gobierno será menos costosa.

En cuanto al exterior, se conserva en buenas condiciones, siendo llamativas sus paredes de piedra grisácea, con dos balcones volados, uno por planta, en una de las fachadas. Carlos Gallo recuerda que conserva la estructura que caracteriza a las antiguas casonas del municipio, donde residían las familias y el ganado que tenía para abastecerse durante buena parte del año. En cuanto al sistema de calefacción será con biomasa, siguiendo la filosofía de apostar por las energías renovables. 

Otra reforma en Moradillo. Además de habilitar la casa del médico de Sargentes, el Ayuntamiento tiene un proyecto similar para las antiguas escuelas de Moradillo del Castillo. Estas han estado arrendadas durante muchos años a familias que residían en verano en el pueblo, pero el alcalde considera que hay que dar un paso más y adecuarlas como viviendas para que ese patrimonio pueda estar a disposición de personas o familias que quiera residir en el municipio. En este caso se trata de un inmueble pequeño de dos plantas, con 30 metros cuadrados en cada una, que solo permitiría vivir a una familia. 

La misma intención tiene Gallo con el edificio de Santa Coloma que también acogió a los escolares décadas pasadas. «Hay que aprovechar esos recursos y rehabilitarlos para cualquier contingencia que pueda suceder en el municipio o fuera de él», añade el alcalde, aunque reconoce que el presupuesto para esos proyectos es elevado, por lo que se aprovecharán recursos propios, Planes Provincias o fondos procedentes de convocatorias a las que el Ayuntamiento y las juntas vecinales puedan concurrir.