Caen a la mitad los accidentes graves de tráfico

F.L.D.
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En tres meses se han producido 87 siniestros, 61 menos que hace un año. Cuatro personas han muerto en la carretera

Imagen del siniestro que tuvo lugar a mediados de marzo en la BU-11. - Foto: Christian Castrillo

Una de las poquísimas notas positivas que se pueden sacar hasta el momento de la crisis sanitaria es que las restricciones del estado de alarma han sacado de la carretera a una gran cantidad de vehículos y, como es lógico, la siniestralidad ha caído considerablemente. En la provincia de Burgos, donde siempre ha existido una gran intensidad de circulación debido a su situación geográfica, los accidentes graves tanto en vías urbanas como en las interurbanas se han reducido un 40%. En el primer trimestre del año se han producido 87 siniestros con heridos, 61 menos que en marzo de 2019. El descenso es especialmente notable a partir del día 15, cuando el Gobierno decretó el confinamiento de los ciudadanos. 

Según los datos de la Dirección General de Tráfico, en enero y febrero se han producido en las carreteras burgalesas 32 accidentes con víctimas, apenas dos menos que hace un año en el mismo periodo de tiempo. A estos siniestros hay que sumarles otros 35 que han tenido lugar en vías urbanas, es decir, dentro de los municipios de la provincia. En este caso, sí se percibe un notable descenso en comparación con los 63 del pasado ejercicio, aunque seguirían siendo cifras habituales. 

La caída más significativa llega a partir de marzo. De los 51 accidentes (en los que resultaron heridas al menos una persona) que se produjeron en el tercer mes del 2019, tanto en carreteras como en las calles de las localidades, se ha pasado a los 20 de este año. Como es lógico, se observa una mayor diferencia a partir del día 15, ya que en 2020 solo ha habido 3 siniestros (todos ellos en vías interurbanas), por los 25 del pasado ejercicio. 

También el número de heridos en los siniestros ha descendido de una forma significativa. En los tres primeros meses de 2019 los servicios sanitarios atendieron a 200 personas, 20 de ellas tuvieron que ser hospitalizadas debido a la gravedad de sus lesiones. Este año, en el mismo periodo de tiempo, han asistido a 122 y solo 10 han sido ingresadas. 

«Es de una lógica aplastante que, a menos circulación de vehículos, menos exposición al riesgo y, por lo tanto, la siniestralidad baja», analiza el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán,  quien considera que a pesar de todo «debemos insistir en materia de precaución porque aún siguen saliendo a la carretera muchos camiones que están sometidos a mucha presión porque tienen que cumplir con los envíos y que no pueden tener los descansos a los que estaban acostumbrados, por lo que pueden acusar la fatiga». 

Sobre el descenso del tráfico en la provincia, Galán explica que ha sido «progresivo», ya que en los primeros días aún había personas que «no estaban concienciadas» y recuerda que hace dos fines de semana «hubo muchas salidas a segundas residencias». De esta forma, apunta, en un primer momento la reducción fue del 60% y ahora «estamos alrededor del 85%». 

dos muertos más. El aislamiento ha conseguido reducir la siniestralidad, pero no la mortalidad durante el primer trimestre. En lo que va de 2020 han fallecido cuatro personas (dos más que en 2019), una en vía urbana y tres en interurbanas. Las dos últimas víctimas perecieron un día antes del decreto del estado de alarma en la N-234, a la altura del antiguo Rancho Bill de Revillarruz. En ese mismo trazado, pero en Barbadillo del Mercado, perdió la vida un hombre de 80 años tras un choque frontal. Murió días después en el HUBU y por esta razón no aparece en las estadísticas de las primeras 24 horas.