Se construyó en 1993 como una solución provisional para alojar a familias de etnia gitana que vivían en las chabolas de Las Tejeras (tras la casa cuartel de la Guardia Civil) y paso intermedio en el camino a su plena integración social y se acabó convirtiendo en un 'barrio' con 25 casas prefabricadas, calles sin asfaltar y toneladas de basura en el que el año pasado estaban censadas casi 140 personas. Ahora, 29 años después, se ha empezado a desmantelar tras iniciarse en 2021 el proceso para realojar a las 37 familias, gracias a un programa conjunto de la Junta y el Ayuntamiento con una dotación económica de 3,2 millones. Si los plazos se cumplen, el mayor poblado de Castilla y León estará vacío en 2023.
Esta semana la empresa contratada por la Gerencia Municipal de Servicios Sociales ha comenzado a trabajar en el derribo de tres de las edificaciones que habían quedado vacías por el traslado de familias a los 14 pisos adquiridos ya el año pasado para su realojo por diferentes barrios de la ciudad o a otros que quedaron vacíos dentro del Programa Dual.
El objetivo es que no se vuelvan a ocupar por personas distintas a las que ya estaban censadas. Hasta el momento han salido diez familias con sus hijos y en breve lo harán otras cinco mientras el Ayuntamiento ultima la adquisición de otros 14 pisos para realojar a otras 14 familias, de modo que 29 saldrían de este entorno antes de que concluya este año y quedarían otras 8 para 2023, año en el que se comprará otra decena de pisos.
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