Las once cruces procesionales del arciprestazgo y la de la propia Catedral han acompañado al administrador apostólico, Fidel Herráez, en la apertura solemne de la puerta de Santa María y con ella, la del Año Jubilar. Luego en el interior del templo gótico se ha celebrado una eucaristía con varios símbolos, como el reparto de semillas de encina para que los asistentes puedan plantar tantos árboles como años cumple la Catedral, las luces que se han repartido a los arciprestazgos de la diócesis, la colecta para los miembros de la iglesia burgalesa que trabajan en América, Asia o África o las ofrendas en representación de los productos de la tierra de la provincia.

La ceremonia ha servido también como despedida del que durante cinco años ha sido el arzobispo de la diócesis, Fidel Herráez. En diciembre le sustituirá Mario Iceta, el ya nuevo arzobispo de Burgos.

A partir de ahora la puerta del perdón o puerta santa se abrirá todos los días a las 7 de la tarde. Pasar bajo su dintel, además de confesarse y comulgar, sirve a los creyentes para ganar el jubileo.

Unas cuatrocientas personas han seguido la eucaristía y el acto solemne desde el interior del templo gótico, y además se ha retransmitido en directo por La8 de RTVCyL.