No es nuevo que el origen condiciona a los consumidores a la hora de adquirir alimentos. En ese sentido, todo lo que implique proximidad suele ser un punto a favor, pero si además se añade que el modelo para obtener ese producto es respetuoso con el medio ambiente, el potencial comprador lo verá aun con mejores ojos. Es el caso de las razas ganaderas autóctonas, que en general se crían en régimen extensivo y nutren con sus productos a las zonas en las que se ubican. Además de esas cualidades, estas variedades de vacas, ovejas, cabras o gallinas guardan un tremendo acervo genético que es el fruto de siglos de selección y adaptación a las condiciones orográficas, climáticas y ambientales de las comarcas de las que son originarias y regalan alimentos de gran calidad.

Sin embargo, el progreso supuso un mazazo para muchas de ellas. Con la progresiva aparición de maquinaria agrícola y de razas más productivas (carne, leche, huevos) fueron enrareciéndose en nuestros campos. Afortunadamente, no llegaron a desaparecer y ahora muchas se van recuperando gracias al trabajo de los ganaderos y también de organismos públicos.

66 de ellas están adheridas, diez años después de su creación, al sello de calidad '100% Raza Autóctona', una certificación que acredita que el producto que lo muestra proviene completamente de una de estas razas, entre las que se incluye ganado bovino, ovino, caprino, porcino, aviar, equino e incluso camellos. Esa variedad comporta una gran versatilidad y un enorme potencial para estas producciones (carne, leche, queso y otros lácteos, huevos, cuero, pieles), que se comercializan generalmente en canales cortos: tiendas de los pueblos, de los barrios, establecimientos de productos sostenibles y diferenciados, comercios y restaurantes locales.

Una década de apoyo a lo nuestroEn la celebración del décimo aniversario del logotipo este martes en La Granja de San Ildefonso (Segovia), el ministro de Agricultura, Luis Planas, subrayó la importancia de las razas autóctonas españolas, que representan valores de autenticidad, historia, cultura y vinculación con el territorio. Según ha recalcado, las razas autóctonas constituyen un «rico patrimonio ganadero, fundamental para el aprovechamiento óptimo de los ecosistemas», además de contribuir al mantenimiento de tradiciones como la trashumancia, a la fijación de población en el medio rural y a la generación de empleo y riqueza.

El ministro destacó que la creación de este sello fue una iniciativa pionera entre los países de nuestro entorno para promover la conservación de las razas autóctonas españolas y la divulgación de sus productos a través de una marca diferencial y reconocible. Según recalcó Planas, «detrás de cada producto '100% Raza Autóctona' hay una historia 100% nuestra» y resaltó que este logotipo «expresa la relación de confianza entre productor y consumidor», ya que facilita la identificación de las razas en cada zona de España, que constituyen un inigualable patrimonio de biodiversidad, e informa sobre la calidad de unos productos artesanales de gran valor añadido.

El titular de Agricultura reconoció el esfuerzo de los ganaderos y las asociaciones de criadores para incorporar las nuevas herramientas y tecnologías a los procesos productivos. Además, señaló que la mejora genética de las razas autóctonas contribuye a afrontar los retos en materia de desarrollo sostenible, de lucha contra el cambio climático y los objetivos del Pacto Verde europeo.

28 millones.

Luis Planas quiso mostrar el compromiso del Ministerio que dirige con este sector, que se plasma en el Programa Nacional de Conservación, Mejora y Fomento de las Razas Ganaderas. Desde el año 2018 hasta 2023, Agricultura ha presupuestado 27,9 millones de euros para ayudar a las asociaciones de criadores de ámbito nacional y 1,9 millones para sus federaciones representativas.

Planas también valoró las aportaciones que ofrecen otras entidades relacionadas con el medio rural, el turismo, la industria, la gastronomía y la innovación. En concreto, destacó el ejemplo de innovación que aporta la red de Paradores, que, a través de su proyecto 'Saborea una historia 100% nuestra', reconoce la alta calidad y garantía de origen de estos alimentos de proximidad en la elaboración de sus menús y los ofrece a sus clientes por toda España. De hecho, Paradores fue una de las muchas instituciones que fueron objeto de reconocimiento en durante la celebración por su intenso trabajo durante estos 10 años en la implantación del logotipo y en dar a conocer y divulgar las razas autóctonas.