La carga en el sector de las bodas vuelve a la normalidad

ARSENIO BESGA
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Hosteleros, fotógrafos, floristas y comerciantes coinciden en que jamás habían vivido un curso tan ajetreado como 2022. Pese a ello, ya tienen «mucho movimiento» y «buenas perspectivas» para 2023

En el Restaurante Monumento al Pastor reconocen que rara vez las bodas sobrepasan los cien invitados, aunque antes era más habitual. - Foto: Restaurante Monumento al Pastor

La pandemia cortó una gran cantidad de eventos programados. Sin embargo, durante el curso 2022 se eliminaron las restricciones que anteriormente pretendían frenar los contagios de la covid y todo aquello que quedó pospuesto se organizó de golpe. Un gran ejemplo de ello se encuentra en el mundo de las bodas, que en Miranda ha repuntado de manera muy llamativa. Desde los sectores que cubren los enlaces matrimoniales han notado que el curso que acaba de terminar se ha alzado como algo insólito. «Hemos trabajado muy bien, estábamos muy contentos porque ha sido mucho más que en otros años», explica Iñaki España, gestor del Restaurante Monumento al Pastor. «Se habían acumulado tres años de bodas y ha sido una locura. En 2023, nada que ver», apunta Belén Pérez, de Beydol Floristas.

Precisamente, desde todos los negocios que dan cobertura a los enlaces matrimoniales opinan que en 2023 volverá «la normalidad». «El año 2022 ha sido irreal y ahora vemos cómo está la cosa de verdad», comenta España. De forma similar, Elisa Gálvez, de la tienda de moda Versus, considera que «no creo que este año sea tan exagerado como el anterior, pero sí se nota que hay muchas ganas de salir y de juntarse». Es más, tanto los restaurantes como los comercios ya han hecho sus primeras reservas o ventas. Y, en este sentido, los fotógrafos y floristas no podían ser menos.

Por ejemplo, Roberto Alonso, que cubre una gran cantidad de eventos con su cámara, considera que ya hay «mucho movimiento» y apunta que se tienen «buenas perspectivas» para el ejercicio recién inaugurado. «Hasta finales de año hemos hecho bodas que estaban retrasadas por la pandemia, se han ido juntando, pero en 2023 ya tenemos una carga de trabajo importante, incluso más que antes de la pandemia», adelanta Alonso.

De forma similar, Pérez, de Beydol Floristas, comenta que «para este año tenemos en verano algunas ya cerradas», aunque al mismo tiempo remarca que se trata de una carga normal, puesto que «agosto está mucho más libre, por ejemplo». Asimismo, en la moda se tiene una gran perspectiva y en Versus consideran que «2022 fue un año muchísimo mejor que otros, pero este año se prevén muchísimas bodas y va a ser un poquito más que antes, aunque no sea tanto como el pasado». En cualquiera de los casos, en estos sectores están de acuerdo en que «después de todo lo que pasó, que ha sido muy complicado, son buenas noticias», como dicen en Beydol.

Eventos más íntimos. Aunque 2022 se ha alzado como un año superlativo, lo cierto es que las bodas han cambiado de forma muy notable a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en uno de los lugares más icónicos del entorno mirandés, el Restaurante Monumento al Pastor, explican que «en nuestro comedor podemos dar hasta 300 personas en un evento, pero ese tipo de bodas han pasado a la historia». «En 2022 tuvimos alguna que pasó de las 150, pero la regla general está un poco por debajo de las 100 personas. Es más de 60 o 70 personas», considera IñakiEspaña, su gestor.