El fútbol femenino vive un momento histórico en España. El 'efecto Balón de Oro' de Alexia Putellas se ha extendido hasta el mundo editorial. El abanico de títulos que han surgido en el último año es extenso, y seguirá creciendo. La llegada del Día del Libro el 23 de abril es un buen momento para interesarse por el deporte rey en la versión reina.

Mayca Jiménez (Bailén, 1994) se identifica con una frase motivadora: «Si puedes soñarlo, puedes hacerlo». Algo extrapolable a su ópera prima, Yo también quiero jugar al fútbol (Lunwerg Editores). Un libro con ilustraciones de Alicia Caboblanco y prólogo de la capitana del Atlético de Madrid, Amanda Sampedro.

Una mezcla de vidas, vivencias, obstáculos, prejuicios, reivindicaciones, superación y fútbol, mucho fútbol. Esta periodista madrileña profundiza en la trayectoria de 40 mujeres que dejaron un legado incalculable para miles de niñas que quieren cumplir su sueño. Porque todos podemos tocar la pelota por igual.

¿Cómo surgió la idea de escribir 'Yo también quiero jugar al fútbol'?
Para dar visibilidad a esta categoría de cara a que niñas y adolescentes tengan referentes a los que seguir.

¿Dónde empieza su pasión por el fútbol y dónde su profesión?
Mi pasión por el fútbol nace desde niña porque mi padre era entrenador y siempre iba con él a ver a su equipo (masculino). Por desgracia, no tuve a mi alcance un equipo en el que jugar al fútbol. No sé de dónde nació ser periodista. Fue vocacional.

¿Habrá segunda parte?
Ojalá. Historias no faltan. 

¿Tenía claro que fuera un volumen ilustrado?
Sí. Pretende ser atractivo para niñas y adolescentes.

¿Costó hacer la selección de las elegidas?
Sí. Están todas las que son grandes referentes, pero no todas aparecen. Hay muchas más. Pensamos en representar problemas sociales y pluralidad de nacionalidades.

¿Qué futbolista se le resistió?
Puede que Lily Parr, porque su historia se remonta a principios del siglo XX en Inglaterra.

¿Quién es la eterna desconocida?
Todas las historias han sido invisibilizadas durante mucho tiempo. Ahora se les empieza a dar voz. Espero que este libro sirva para acercar la esencia del fútbol femenino y estas grandes historias a todos los aficionados del fútbol. 

¿Cuál es esa historia que más le ha sorprendido?
Todas, pero puede que Nita Carmona, que se disfrazó de hombre para jugar y guardó su secreto hasta la tumba, sea la que más impacte al público general por la originalidad de su historia.

¿Le ha decepcionado alguien?
Al contrario. Las admiro mucho más. Empatizo con ellas y son muy valientes.

¿En qué circunstancias está la profesionalización?
Se espera que la Liga profesional llegue la próxima temporada y lo justo es que se complete.

¿La normalización es el mejor camino hacia la igualdad?
Sí. Es la gran clave. Cuando la gente empiece a mirar el fútbol femenino sin recelo.

¿Sigue habiendo comentarios machistas?
Sí. Se ve día a día en las redes sociales y en los campos. 

¿Y qué le provoca cuando la violencia verbal llega de boca de una mujer?
Me produce impotencia porque es algo que es muy difícil de combatir porque lo hacen sin argumentos ni justificación lógica. Debería de haber más respeto. A quien no le guste, que se aparte y deje vivir en paz. No sé por qué hay algunos que se dedican solo a menospreciarlo. Son personas a las que no hay que convencer de nada porque en su mente tienen un problema que va más allá. 

¿Se erradicará?
Confío mucho en las generaciones futuras.

¿Qué les recomienda a las prebenjamines?
Que no tengan miedo. Que si les gusta el fútbol, lo digan. A mí me dio vergüenza decirlo por miedo a que se rieran de mí o me rechazaran. Entonces era más complicado. Todos tenemos derecho a jugar al fútbol. También me gustaría que las madres y padres, los profesores, monitores deportivos, etc. empiecen a reflexionar sobre frases y hechos inclusivos y que traten por igual a niños y niñas. No se puede permitir que a una niña se le prive de su sueño.

Escribe de fútbol femenino en un diario deportivo como As, ¿cree que está ocupando su verdadero sitio?
No. Merece mucho más y estamos luchando porque así sea. Estoy segura de que poco a poco habrán más portadas de fútbol femenino.

¿Conoce el fútbol femenino burgalés?
Sí, por supuesto. Sé que el Nuestra Señora de Belén tiene larga historia y que sigue creciendo. Y que es filial del Burgos CF.

¿Dónde se ha dado ejemplo?
Está dando una lección de valores y deportividad en un deporte que se ha visto salpicado por batallas de poder y dinero. Ellas también se mojan más en cualquier causa social, pero yo creo que al final su compromiso es mayor porque han protagonizado una causa (lucha por la igualdad) y van siempre todas a una. 

¿Esta es la temporada de la selección española?
Cada año que pasa pienso que estamos en la decisiva. En 2019, con el récord mundial en un partido femenino en el Wanda, lo pensé. Luego, en 2020, se firma el primer convenio colectivo, pionero en Europa. En 2021 llega la primera Champions y el Balón de Oro de Alexia Putellas. Y, en 2022, se baten todos los récords de público en el Camp Nou, se espera la Liga profesional y la selección estará en su tercer Mundial consecutivo... 

¿Con qué jugadora, entrenadora, equipo o árbitra de su libro se queda?
No me podría quedarme con una. Puede que Nita Carmona sea la que más sorprenda, pero luego hay historias como las de Virginia Torrecilla, Ludmila… que son muy emotivas. Y como entrenadora escogería a Natalia Arroyo. Y al Barça como equipo.