El reto demográfico y la lucha contra la despoblación son objetivos que suscribe todo el mundo, pero para abordarlos es preciso poner negro sobre blanco, medidas y compromisos concretos que permitan llevar a la práctica propuestas teóricas. Es lo que ha hecho La Rioja por medio de su Consejo Asesor de la Despoblación, un órgano en el que están representados desde el Gobierno regional a la Universidad y entidades de todo tipo con interés por el mundo rural, que han firmado el Pacto Regional para la Activación Rural 2023, un acuerdo que se enmarca en la Estrategia Regional frente al Reto Demográfico y la Despoblación del Gobierno de La Rioja, y que aporta medidas en materia de impulso a la economía, gobernanza, digitalización, prestación de servicios y territorialización.

La preocupación por el despoblamiento del ámbito rural no es caprichosa en La Rioja. El retrato de la comunidad que hace el documento es el de una región con casi el 95% de su territorio de carácter rural, en el que solo habita el 33,4% de la población. Y otro dato que corrobora esa predominancia de lo rural: 134 de los 174 municipios de la región cuentan con menos de 500 habitantes y 64 de ellos, menos de 100.

«Es necesario pasar a la acción, de manera rápida y eficaz. A todos los miembros del Consejo Asesor de la Despoblación, desde la pluralidad de sensibilidades, nos une el objetivo de que los pueblos permanezcan y ofrezcan razones para elegir la vida rural por convicción», asegura el presidente de este órgano consultivo y alcalde de la localidad de Camprovín, Arturo Villar.

Y esa alusión a la rapidez y la eficacia en la respuesta ante el reto ha llevado al Consejo a plantear acciones concretas, con dotación presupuestaria, que tengan continuidad y se ejecuten en un plazo razonable. El vehículo que este organismo plantea para ello es el desarrollo urgente de una ley de reto demográfico y desarrollo rural.

El Gobierno de La Rioja ha recogido el guante y ha anunciado que asume el trabajo del Pacto con el fin de concretar sus medidas. La directora general de Desarrollo Rural del Ejecutivo riojano y vicepresidenta del Consejo, Nuria Bazo, resume la importancia del acuerdo alcanzado: «El Pacto tiene que ver con el mundo rural, que es y está vivo, que respira, que es capaz de dialogar consensuando, con no poco trabajo y muchísima generosidad».

Impulso económico.

En el capítulo de impulso económico, el documento reconoce que un sector agrario resiliente aporta estabilidad al desarrollo local, pero a la vez plantea dirigir la estrategia hacia una actividad económica diversificada. En este capítulo, se ponen sobre la mesa medidas como facilitar el acceso de los jóvenes a la tierra, apoyar la transformación agroalimentaria y la elaboración de productos artesanos de calidad, la industria en general y las empresas de servicios; fomento de la artesanía, del turismo y la cultura; y la promoción del patrimonio, de la vivienda y de las nuevas tecnologías.

La digitalización, con acciones como la especialización inteligente, la transición digital, el teletrabajo y la ampliación de la red de fibra, es también clave. Además, se considera prioritario garantizar la prestación de servicios equiparables a los que disfrutan los habitantes de las grandes poblaciones y realizar una zonificación y determinar zonas homogéneas en las que se puedan desarrollar estrategias coherentes y fijar una identidad territorial.

El Consejo Asesor lo conforman 26 representantes del Gobierno regional, Universidad de La Rioja, organizaciones profesionales agrarias, sindicatos, partidos políticos, alcaldías, Red Rural Riojana, asociaciones de lucha contra la despoblación y tejido asociativo socioeconómico, cooperativista y de mujer del medio rural.