Cinco años y siguen los obstáculos

L.N. / Aranda
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El Procurador del Común insta al Ayuntamiento de Aranda a instalar una rampa junto a las escaleras de la calle Miranda do Douro o una plataforma elevadora y le recuerda su obligación de crear itinerarios accesibles sin ninguna barrera

Estas son las escaleras de la calle Miranda do Douro donde se reclama un itinerario accesible. - Foto: L.N.

Han pasado más de cinco años desde que un ciudadano de Aranda de Duero advirtió y reclamó que se elimine una barrera arquitectónica, más concretamente  la fila compuesta por una docena de escaleras en la calle Miranda do Douro. «Al no haber conseguido nada con el Ayuntamiento directamente», decidió recurrir al Procurador del Común. Ahora, éste le da razón y pide al Consistorio que cree un itinerario peatonal plenamente accesible que garantice a todas las personas el acceso sin ningún obstáculo que perjudique a las viviendas ubicadas en los números 5, 7 y 9 de la citada calle, junto a los céntricos Jardines de don Diego. 

Sin embargo, la satisfacción de este vecino no es plena porque no se ha marcado una fecha para su ejecución. A la espera de que el Consistorio tome nota de una vez por todas, el Procurador del Común deja muy claro en su resolución que el Ayuntamiento está obligado a respetar la normativa de accesibilidad. Y esto se traduce de manera irremediable en acometer obras.

Existen varias alternativas. Así lo recoge el Defensor del Pueblo castellanoleonés. La primera solución es la instalación de una rampa en la ubicación de las escaleras de acceso a los portales 5, 7 y 9 de la calle Miranda do Douro.

Así se encuentra la alternativa que propone el Consistorio arandino: imposible salvarla en silla de ruedas. Así se encuentra la alternativa que propone el Consistorio arandino: imposible salvarla en silla de ruedas. - Foto: L.N.

En caso de que no fuera viable técnicamente, se plantea la colocación de algún elemento mecánico de elevación, «accesible y utilizable por personas con movilidad reducida, como por ejemplo, un aparato o plataforma elevadora salvaescaleras».

No quedan ahí las propuestas. En el supuesto de que no haya espacio suficiente para que se instale este elemento junto a las escaleras, habría que recurrir a otra opción: eliminar las barreras que también existen en los dos itinerarios peatonales alternativos a las escaleras. Itinerarios, por cierto, que apuntó el propio Ayuntamiento en una de sus respuestas al Procurador del Común.

El primero va por los soportales del edificio ubicado en la calle Miranda do Douro 1. Y el segundo, por la calle Pasaje Primo de Rivera. Sin embargo, se da la circunstancia de que ninguno es accesible. En el primero, para llegar a la rampa es necesario librar un escalón de 40 centímetros. Vamos, algo «imposible» de salvar en silla de ruedas y que supera en exceso lo establecido en la normativa vigente. 

Mientras, la calle Pasaje Primo de Rivera cuenta con una pendiente de entre el 10 y el 20%, lo que la convierte en inaccesible ya que el decreto 217/2001 exige que el trazado de los itinerarios horizontales no supere en ningún punto de su recorrido el 6% de pendiente en la dirección de desplazamiento. Pero no solo eso. Las aceras hablan por sí solas. En distintos puntos no disponen de zonas de vados para salvar el desnivel con la calzada, lo que dificulta su uso a personas con discapacidad. Factores todos ellos que derivan en una conclusión muy clara: reclamar al Ayuntamiento que actúe y elimine obstáculos.