El conductor de un Renault Mégane tomó este jueves un atajo para aparcar en el Hospital Universitario de Burgos, pero las vallas de protección situadas en la rotonda de acceso impidieron su avance.
El accidente, que por suerte se saldó sin heridos, se produjo antes de las 12 del mediodía, cuando quien manejaba el volante se despistó, dio un bandazo y se subió a la acera.
No es la primera vez que un vehículo ‘se come’ las barandillas que protegen a los peatones en las glorietas de la avenida de Islas Baleares próximas al complejo asistencial.