La dirección del hospital de San Juan de Dios en Burgos sigue a la espera de que la Consejería de Sanidad haga una propuesta de colaboración para próximos años, dado que a falta de tres meses para que venza el actual convenio -que ya no se puede prorrogar más- no hay nada concreto sobre la mesa. «Sacyl ha manifestado su voluntad de seguir contando con nosotros en el futuro, pero es el cliente quien sabe las necesidades que tiene y quien debe planteárnoslas», dijo ayer el gerente del centro privado, Juan Francisco Seco, antes de añadir que «nos gustaría solucionarlo cuanto antes, más que nada para dar certidumbres a nuestros cien trabajadores». Es decir, para poder comunicar en tiempo y forma si el hospital de la Isla continúa en activo -algo para lo que es imprescindible un convenio con la Administración- o si cierra. 

Este tema no aparece en el orden del día del encuentro que congrega en el Fórum desde ayer a más de cien profesionales de distintos centros de la congregación religiosa en España: médico-quirúrgicos como el de Burgos (aunque ninguno está en la misma situación), sociales, sociosanitarios, docentes y de investigación. Sin embargo, la inestabilidad del centro de Burgos es una cuestión inseparable a todo lo que tenga que ver con la Orden y más cuando el último trimestre comienza con más incógnitas que certidumbres en ese sentido. 

De ahí que, con motivo de este encuentro anual de trabajadores de San Juan de Dios, el gerente en Burgos explicara a este periódico que confían en que Sacyl los convoque enseguida para abordar la cuestión del convenio. Recordó, por otra parte, que el centro que dirige ha elaborado un plan estratégico de futuro que contempla la recuperación de servicios que San Juan de Dios prestaba en Burgos en el pasado (urgencias o diagnóstico mediante imagen, por ejemplo) pero subrayó lo que ya ha dicho en todas sus intervenciones públicas recientes: «Todo pasa por un acuerdo con Sacyl. Nuestro modelo no es sostenible por sí mismo y nuestra organización no tiene ánimo de lucro, pero tampoco ánimo de pérdidas (...)».

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