Carcedo insonorizará la pista para acabar con los ruidos

B.A.
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Invertirá más de 300.000 euros en construir tres paredes y colocar aislante acústico. La presión de un grupo de vecinos, a los que resulta «insoportable» el sonido de balones y gritos, lleva al Ayuntamiento a realizar este proyecto

Chelo Fernández vive junto a la pista polideportiva y cuenta que los ruidos le están afectando a la salud. - Foto: Luis López Araico

Chelo Fernández vive en la calle Tres Cruces, en Carcedo de Burgos. Hace 25 años decidió comprarse allí una casa y apostar por la tranquilidad de vivir en un pueblo. Esa tranquilidad se le acabó, según cuenta ella, cuando decidieron hace unos años techar la pista polideportiva que hay frente a su vivienda. «Es insufrible el eco que hacen los balones y los gritos porque la cubierta hace un efecto altavoz desmesurado, hasta al andar por la acera retumba el sonido de los tacones», dice. Estos ruidos, en su caso, le han causado estrés y le están afectando a su salud. Hizo saber su malestar y el de otros vecinos de su barrio al alcalde y elevó el caso al Procurador del Común. Con estos antecedentes, el Ayuntamiento de la localidad ha decidido acabar con el problema de una vez, terminando de cerrar por completo la instalación -solo faltan las paredes este, oeste y sur- e insonorizar por completo el recinto. «Confiamos de esta forma en reducir al 90% los problemas acústicos», señala José Luis Antón, el alcalde.

La redacción del proyecto está en marcha y la intención del regidor es licitar la obra y ejecutarla lo antes posible. «Nos gustaría que concluyera a lo largo de este ejercicio», confiesa Antón, que confía en que la tramitación no sufra demoras y finalmente pueda ser así. Solucionar estos problemas de ruido en la instalación deportiva supondrán una inversión de más de 300.000 euros para el ayuntamiento de la localidad, una obra, que de no ser por las quejas de los vecinos, no se habían planteado acometer debido al esfuerzo económico que supone.

Esta instalación deportiva, de alrededor de 1.000 metros cuadrados, ha llegado a su estado actual tras varias actuaciones desde hace algo más de 10 años. Primero se construyó la solera, el pequeño recubrimiento sobre las gradas y el cierre del lateral norte, y años después la techumbre de toda la superficie. Ahora, de forma paralela al proyecto de cierre total y de insonorización, el ayuntamiento va a trabajar en la ordenanza que regule su uso. «La intención es que quien quiera utilizarlo lo solicite, que el acceso de alguna forma esté regulado», comenta el regidor, que confiesa que también tienen que valorar si se va a cobrar o no por su uso y disfrute y el horario en el que se podrá acceder a su utilización. Esta zona, además, se verá completada con la construcción de una pista de pádel, que el ayuntamiento volverá a sacar a licitación para poder ejecutarla. 

los 365 días. Una de las peticiones que Chelo Fernández y otros vecinos han hecho al ayuntamiento de Carcedo de forma reiterada durante este tiempo atrás es la de regular el horario de uso de esta pista, que fuera razonable. «Ahora son los 365 días del año a cualquier hora del día, desde por la mañana hasta la madrugada», comenta la mujer.

Y es que en épocas menos frías, esta pista cubierta también se ha convertido en un lugar de reunión para jóvenes al caer la noche. «La nota que colmó el vaso fue que pusieran música de madrugada. Llamé varios días a la Guardia Civil por este motivo, para que tomaran medidas porque era imposible poder dormir. Algunos días la música la ponían con el móvil, pero después ya trajeron unos altavoces», comenta esta vecina, que recalca que el sonido de las zapatillas al rozar en el suelo, el bote de los balones y los gritos son «insufribles». «No me puedo echar la siesta durante los fines de semana y tampoco leer tranquila en la terraza porque los ruidos que proceden de la pista son constantes. Entiendo que haya derecho a su uso, pero yo también tengo un derecho al descanso que no se respeta», añade. 

Los vecinos afectados por esta situación son 7, los que viven en las casas del entorno de la calle Tres Cruces, y han contado también con el apoyo de otros habitantes de la localidad que han comprendido el problema que estaban sufriendo, ya que se trata de una instalación con muchísimo uso, no solo por parte de vecinos del pueblo, sino de otras localidades e incluso de Burgos capital, ya que está cubierta, pero corre el aire, lo que en tiempos covid es todo un plus. 

 A Chelo Fernández le ha sorprendido la iniciativa del ayuntamiento de querer cerrar esta instalación y aislarla, de hecho ha sido conocedora de la noticia a través de la respuesta que le envió el Procurador del Común. En ella recoge que su problema está en vías de solución ya que el consistorio «se encuentra en estos momentos elaborando un nuevo documento técnico-proyecto en el que se pretende el cerramiento completo de dicho polideportivo e insonorización del mismo».