Por tercera vez, los tribunales han archivado una denuncia del exconcejal del equipo de Gobierno y ahora edil no adscrito, Julio Rodríguez-Vigil, contra sus antiguos compañeros del Ejecutivo municipal. En esta ocasión ha sido la titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Burgos quien ha dictado un auto en el que no aprecia indicios de delito ni por parte del alcalde, Daniel de la Rosa, ni del vicealcalde, Vicente Marañón, en el procedimiento de adjudicación del contrato de recogida de basuras y limpieza viaria a la empresa Urbaser.

El auto, en el que se acuerda el sobreseimiento y el archivo de las actuaciones, se deja constancia, de manera meridianamente clara, de que  los hechos denunciados en su día por Rodríguez-Vigil «carecen de elementos relevantes para su incardinación típica en el ilícito penal».

Rodríguez-Vigil acusaba al alcalde y al vicealcalde de ser presuntos responsables de un delito de prevaricación administrativa y de otro de tráfico de influencias y trataba de dejar ver un interés de los números uno y dos del Ejecutivo municipal por adjudicar las obras a Urbaser ya que en ella trabaja, como jefe de servicio en San Lorenzo del Escorial (Madrid), el hermano del vicealcalde. 

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