Hubo un tiempo en el que la Corporación municipal pareció comprender que las grietas de Villatoro, provocadas por las aguas subterráneas que discurren bajo el barrio, se habían convertido en un problema de ciudad. De aquellos que exigen un consenso político para remar todos en la misma dirección. Así se escenificó al menos en un Pleno que se celebró el 13 de noviembre de 2015, hace ya de eso casi 6 años, y en el que todos los partidos, sin excepción, aprobaron una proposición conjunta en la que se recogía en uno de sus puntos el compromiso de «habilitar una subvención para los vecinos afectados con el objetivo de cubrir el coste de las obras para la mejora de la cimentación de las casa o parte de los gastos ocasionados por la demolición de las viviendas» que habían sido víctimas de dicho problema.

El presidente del Consejo de Barrio de Villatoro, Sergio Portillo, asegura que «nadie ha visto un duro» de aquella promesa y recuerda que en su día se habló de que se dispondría de una partida de 60.000 euros para ayudar a los 6 vecinos que habían tenido que tirar su vivienda y a otras 6 o 7 familias que tuvieron que dejar sus casas porque la situación se había tornado especialmente grave.

Lamenta que ni el PP entonces ni el PSOE después han cumplido. «De Villatoro solo se saca dinero», comenta para defender que «solo con los impuestos directos que pagan los vecinos en 2 años se había pagado la obra (...)».

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