La subida generalizada de los precios ha llegado también a la Catedral. La situación de incertidumbre económica y la inflación afecta al templo gótico cuyos responsables han decidido ajustar el precio de las entradas con el cambio de año.

A día de hoy la entrada individual cuesta 10 euros, uno más que el año pasado. Sube un euro también la entrada para grupos (ahora cuesta 9) y la de los jubilados (otros 9). Se mantiene sin cambios el precio para los estudiantes, el peregrino con credencial, las personas con diversidad funcional, la familia numerosa y los desempleados, que cuesta 5 euros. Y se queda en 2 la entrada infantil.

Estos precios acompañan al templo en una etapa sin cumpleaños, pero con el mismo valor patrimonial de siempre: «Afrontamos el futuro con esperanza porque la Catedral no queda condicionada por situaciones personales, una huelga de trabajadores o una gestión diferente. Es el monumento emblemático de los burgaleses y sigue llamando la atención en todo el mundo. Por eso confiamos en que va a continuar el ascenso de las visitas hasta situarse donde le corresponde. Y que a ello va a contribuir los actos y la difusión que se han hecho estos años atrás por el VIII Centenario. La Catedral va a seguir siendo el motor cultural de la ciudad».