Cuando los turmogos habitaban Olmillos de Sasamón

I.P. / Olmillos de Sasamón
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Un centenar de vecinos de la villa recrean este sábado a las 20.30 horas el conflicto entre las tribus celtas y los romanos

Casi un centenar de vecinos de Olmillos se meten en la piel de celtas y romanos, bajo la dirección de Ronco Teatro.

Hablar de Castarreño en Olmillos de Sasamón es hablar de sus orígenes, de los cimientos sobre los que se construyó su historia, como bien dejan al descubierto los hallazgos que van saliendo a la luz tras las campañas arqueológicas que se lleva a cabo cada año.

Habitada por los turmogos, un pueblo celta, su vida se vio alterada por la llegada de los romanos hace más de dos mil años. El conflicto, del que cada vez se conocen más datos entre esta tribu celta y los conquistadores es el argumento sobre el que gira la Fiesta Celta que desde el año 2013 se representa en la localidad el sábado anterior a las fiestas patronales de la Virgen de la Asunción y San Roque, bajo la dirección de la compañía burgalesa Ronco Teatro.

Olmillos ya está engalanada para la fiesta que revive hoy por la tarde (20:30 horas) y los siete escenarios, en los que se va representando la historia, listos para acoger a casi un centenar de vecinos que dan vida a los personajes que la recrean, una docena son los principales, los que tienen voz; el resto son figurantes que representan a los habitantes celtas y a los romanos. Este año, tras dos de ausencia por la pandemia, se han introducido algunas novedades, fundamentalmente en función de la 'jubilación' de algunos vecinos de los personajes a los que daban vida y las dificultades de reemplazarlos. Queda para el próximo año un 'retoque' más histórico a la trama, ya que los últimos hallazgos en Castarreño dejan evidencias claras de que la convivencia entre turmogos y romanos no fue tan pacífica como hasta ahora se pensaba y se reflejaba en la obra. Sin embargo, Andrés García, director de Ronco Teatro y de la Fiesta Celta, explica que no ha dado tiempo a hacer una nueva versión recogiendo los descubrimientos de las dos últimas campanas, aunque sí se dejará entrever en algunas escenas, y se emplaza a la próxima edición para readaptar la recreación.

Sí hay novedades en cuanto a los escenarios y a las nuevas circunstancias de algunos de los personases. Respecto a los primeros, se suma un nuevo espacio en el recorrido, con parada en la zona del matadero, de tal manera que son siete las calles de Olmillos que dan vida al antiguo poblado celta: la entrada lateral de la iglesia, donde comienza la narración de la historia a cargo de Laia y Stena; la calle Cantarranas, la calle Preciados, el entorno de la iglesia de nuevo, el matadero, la zona del lavadero y el mágico entorno de la plaza del Castillo donde tienen lugar los bailes y los vecinos se permiten después la licencia de degustar productos de la tierra regados con un buen vino.

En cuanto a las novedades en el guión, destaca una: Einé, la protagonista será este año una madre soltera -en un guiño a los cambios de la sociedad actual, los 'nuevos modelos de familia' y al papel cada vez más relevante de la mujer-. Betlán, su esposo, desaparece de la escena al no participar este año la persona que se metía en su piel. También hay novedades esta edición en la relación de la asamblea de los hombres y de las mujeres, con la incorporación nueva de Bartán, jefe de la tribu.

La organización de la Fiesta Celta corre a cargo de la Asociación Los Turmogos, con la colaboración de otros colectivos y de la junta vecinal. El historiador Isaac Rilova es su secretario y a él hay que adjudicarle los datos históricos con los que Ronco Teatro hace la teatralización de la vida de los turmogos y el conflicto con los conquistadores romanos. Rilova, el mayor experto en la historia de Olmillos, recuerda que fue a raíz de comenzar las excavaciones en el cerro de Castarreño, donde hubo una ciudad de 22 hectáreas hace más de dos mil años, cuando surgió el proyecto para recrear ese momento de la historia de Olmillos de Sasamón. El espectáculo teatral tiene carácter lúdico, pero también didáctico para que todos los vecinos conozcan sus orígenes.