El consumo se recupera con un aumento del 20% en las compras

I.M.L.
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Los comercios acaban la campaña con el ajetreo de última hora para los Reyes mientras los asadores y restaurantes cierran con los comedores llenos los festivos y fines de semana obligando a doblar turnos

La calle Isilla registró un ir y venir de compradores a lo largo de toda la jornada, con encargos de última hora. - Foto: Jesús J. Matías

A falta de las compras de última hora de Reyes, y la jornada festiva de hoy, los comerciantes y hosteleros de la capital ribereña ya valoraban muy positivamente el comportamiento de los consumidores en esta campaña de Navidad que, aunque arrancó de forma tímida, se ha ido animando hasta empezar este año  con un verdadero trajín de decisiones en las tiendas y bolsas por la calle. A pesar de carecer de datos oficiales de negocio, ya que la patronal del comercio en Aranda no elabora este tipo de estadísticas, la sensación que transmiten quienes están detrás del mostrador es que las ventas se han incrementado una media del 20% en comparación con la Navidad de 2021.

La sensación de mayor gasto se ha dejado notar en el sector textil y en el de perfumería y cosmética. «Son regalos socorridos los complementos y alguna prenda que, además, si no se acierta, se puede descambiar después», recalca la dependienta de una tienda de moda. «Aquí en Aranda, aunque Papá Noel va ganando fuerza, suelen ser detalles pequeños, el gran desembolso llega con los Reyes, casi siempre a última hora, por eso estos cuatro días son de mucho trabajo y mayor gasto», asegura una experimentada vendedora de calzado.

Más allá de esta pauta habitual del comprador arandino, el hecho de que la ambientación navideña no llegase ni a tiempo ni con la vistosidad deseada por los comerciantes hizo que el inicio de la campaña fuese muy lento y con un nivel bajo de ventas. «En Aranda es muy triste, no tenemos nada, ninguna actividad, ¡así cómo quieren que la gente venga a comprar! Se van a otros sitios y al comercio nos están dejando sin clientes», criticaba Ángela González, desde su tienda en la calle Ronda. Sin embargo, los comerciantes consideran que se está desinflando la compra por internet de muchos artículos, regresando los clientes al trato directo con los comerciantes. «La gente joven es más difícil que vuelva a las tiendas, pero yo sí que he notado que han salido con más facilidad artículos que se pueden encontrar online, porque la gente quiere la seguridad de probarlo o verlo para comprobar la calidad, y el asesoramiento también es un plus», reconoce un zapatero de las calles céntricas de la capital ribereña.

Las compras de última hora también se han visto animadas por los descuentos que algunos establecimientos tienen ya en sus escaparates. «No es que sean las rebajas, que este año no sé cómo vendrán después de lo que se ha gastado la gente en Navidad, pero el hecho de poder encontrar algo con un precio del 10 ó 20% menos que hace unos días anima a la gente a entrar en las tiendas», apunta Javier desde su tienda de detalles y complementos.

Festivos fuera de casa. Donde también se ha registrado un notable incremento de clientes es en el sector de la restauración. La coincidencia en el calendario de los festivos de Navidad y Año Nuevo en domingo y el lunes no laboral ha multiplicado las reservas. Asadores y restaurantes se han convertido esta vez en el salón de casa de muchas familias que han trasladado las comidas y cenas fuera de casa.

«Este año no hemos parado, esos domingos hemos tenido que doblar los comedores y buscar extras para dar el servicio, no se había visto a este nivel en Navidad nunca», reconoce un responsable de sala con el libro de reservas en la mano.

Junto a los comensales por atender, en los asadores se multiplicó el trabajo preparando los cuartos de lechazo asado para llevar, algo muy habitual en Aranda para evitar el engorro de cocinar. «Después de la pandemia, ahora sí las familias se juntan y cada vez quieren trabajar menos, pero el lechazo no puede faltar en una mesa de celebración y por eso damos ese servicio», insisten desde un asador arandino.