Aurora Lázaro

Plaza Mayor

Aurora Lázaro


Destinos atractivos

04/10/2022

Una ebullición humana se ha vivido de nuevo este fin de semana en el medio rural. Por un lado, ayudan las temperaturas veraniegas que se resisten a abandonarnos (el frío Norte de la semana pasada es ya un espejismo). Además, el campo está en otoño en todo su esplendor paisajístico y lleno de frutos para recoger, una excusa ideal para reencuentros familiares o de amigos.

La vendimia en las zonas vitivinícolas es ahora una fiesta de música y vino en sus localidades principales; en los pueblos se intenta también, aunque la estricta normativa laboral haya eliminado para siempre, bajo la amenaza de inspecciones y multas, esa recogida lúdica del fruto en familia, que era un pretexto para verse y disfrutar juntos.

Afortunadamente, palpo un cierto resurgir de algunas tradiciones, como elaborar vino para el propio consumo, lo cual motiva en parte estos fines de semana frenéticos y ayudará a posteriores encuentros en los merenderos. 

Una lástima que no pase lo mismo con la matanza, estrangulada por normas e imposiciones a pesar de que era un buen motivo para producir carne de calidad alimentada con desechos orgánicos que se reciclaban de forma natural y se consumían en un entorno familiar o cercano conservando recetas ancestrales.

Esto en cuanto a los fines de semana.  Pero en sus días laborales el medio rural también sigue trabajando para ser un destino atractivo. Me alegra tener noticias de millennials o chicos y chicas más jóvenes, todos crecidos ya en la era de las competencias digitales, algunos con un relevante bagaje laboral en grandes ciudades del mundo, otros curtidos y formados en su entorno de origen, que han decidido desarrollar su vida profesional y personal en su tierra. No son hordas humanas desde luego, pero este goteo continuado de talento en el medio rural igual es el inicio de algo diferente en el futuro. Yo así lo creo y lo espero.