Juan Carlos Pérez Manrique

Estos días azules...

Juan Carlos Pérez Manrique


Paseo

13/04/2022

Pronto, cuando en la ciudad empieza a sentirse la vida, percibes en ella algo de las pinturas de Hopper. Si atraviesas la Plaza Mayor puedes ver construcciones con colores vivos, puedes llegar a tocar el silencio y en el paisaje quieto puedes escuchar el aislamiento y la soledad de obreros que reparan desperfectos del espacio urbano, también la de repartidores que dejan la carga en distintos establecimientos o la de algunos funcionarios que transitan entre distintas oficinas o buscan el café de la mañana en el que algunos días rebosa la nata de la rutina y otros parece que lo tomaras revuelto, como si lo hubieran preparado aquellos que piensan que lo turbio siempre parece más profundo. 

Al salir de la Plaza, en la calle Laín Calvo, puedes entrar en el Café España, situado ahí desde 1921 y donde sus luces y sus sombras parecen querer perpetuar un estilo de mobiliario a la vez que sugerirte, como las pinturas de Hopper, las texturas posibles de las vidas personales que cada día alquilan sitio en sus asientos o en su barra. Allí, el misterio de lo cotidiano llena el aire. Cuenta la propia página del Café que su primer propietario murió la noche de su boda y el negocio pasó a un hermano. Ambos aparecen en una fotografía colocada sobre el piano del local y a la que tu mirada inevitablemente se entrega preguntándose sobre el enigma de las vidas ahí retratadas y ya terminadas.

En la foto (Renilla, 1932) puede verse un grupo de clientes habituales del bar en aquellos años de la República, varios de ellos fusilados tras el Golpe del 36. Debajo de la imagen de uno pone fusilado por error. No lo creas. En la guerra se mata por odio y por venganza. Lo percibes en Fusilados (Modesto Ciruelos, 1936), óleo que fue incluido en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de 1937. Lo ves en Guernica (Picasso, 1937), expresión del horror del bombardeo y en el que una bombilla (como sucede con el farol encendido en los Fusilamientos de Goya) advierte que la luz de la historia no dejará de iluminar la memoria. Creo que eso es lo que el presidente Zelenski pedía a nuestro Parlamento hace pocos días.

Al salir del España, puedes continuar tu paseo recorriendo cualquiera de las calles inmediatas. Atravesarás entonces a la vez su alma, el esqueleto de su tiempo. Y no renuncies aunque sepas que quizás ese día tendrás que hacerlo, como los personajes Hopper, masticando soledad y silencio.