Pulgas, infecciones bacterianas, tiña, fiebre, delgadez extrema, anemia y ácaros. Estas son algunas de las enfermedades que presentan cuatro cachorros, dos de perro y dos de gato, que el responsable de la tienda de mascotas Zoo, ubicada en el número 51 de la avenida de los Derechos Humanos (antes Eladio Perlado), pretendía vender a través de internet. Agentes del Seprona de la Guardia Civil y de la Policía Local acudieron el pasado lunes a este negocio tras varias quejas de los vecinos. Durante todo el fin de semana, habían alertado de ladridos y del deplorable estado en el que se encontraban los animales, que habían salido de las jaulas y campaban por el local.

Tras la inspección, decidieron requisar a todas las mascotas de la tienda y ponerlos en custodia. Especialmente preocupante era el estado de todos los cachorros, que tuvieron que ser ingresados en una clínica veterinaria de Gamonal, donde permanecen recuperándose, ya que por ejemplo los perros presentan síntomas de que pudieran estar incubando la enfermedad del parvovirus. Una vez curados, será la asociación protectora de animales Proanbur la encargada de tenerlos en custodia y darlos en adopción hasta que un juez decida su futuro. Los hurones y los hámster permanecerán en un núcleo zoológico de un particular.

Fuentes consultadas por este periódico señalan que, al parecer, el pasado viernes la Policía acudió a la tienda por un asunto laboral entre el dueño y una trabajadora. Tras este episodio, el responsable cerró el negocio a mediodía y no volvió a abrirlo en todo el fin de semana. Desde Proanbur explicaron que numerosos particulares les alertaron durante el sábado y el domingo del estado de los animales, a los que podían ver por la ventana del escaparate. Por lo visto, aparte de los dos cachorros que se encuentran en la clínica, había un tercer gato que se escapó por la ventana y quedó atrapado entre los barrotes del establecimiento. Unos chicos lo vieron y lo recogieron.

La asociación se hará cargo de los gastos de la clínica veterinaria y no creen que el dueño se ponga en contacto con ellos para «hacer cuentas», por lo que solicitan donaciones y, lo más importante, casas de acogida para dar un hogar a estos animales hasta que un juez decida.

SEGUNDA INSPECCIÓN 

La del pasado lunes no fue la primera vez que los agentes del Seprona acuden a esta tienda para conocer el estado en el que viven los animales. El 25 de septiembre, confeccionaron un acta de denuncia tras detectar varias e importantes infracciones en materia de sanidad animal y también de tipo documental, ya que carecía de algunos permisos y autorizaciones. En el local descubrieron dos estancias, una en la parte de abajo destinada a la venta de las mascotas y otra en la de arriba que utilizaba de almacén. Este segundo habitáculo presentaba, según la Guardia Civil, unas condiciones inapropiadas por la falta de orden, limpieza y deficiente iluminación y ventilación.

La Benemérita también encontró varias cajas de refrescos y cervezas muy cerca de los animales. La razón de este hecho es que el dueño de esta tienda también regenta un establecimiento de ocio en la zona. Sin embargo, en declaraciones a este periódico, negó las condiciones en las que se encontraban las mascotas y aseguró tener toda la documentación pertinente en regla.