Los niños enterrados del coro

P.C.P.
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Descubren a los pies de la iglesia de Presencio restos de 13 individuos infantiles, depositados a partir del siglo XVI

Los restos óseos hallados en el sondeo bajo el coro. - Foto: O. González (ades arqueología)

El coro de la iglesia de San Andrés de Presencio tiene 13 angelitos que, como en la oración de las 4 esquinitas, guardan su espadaña, muy cerca de la pila bautismal. Fueron enterrados allí a partir del siglo XVI y no se han encontrado patologías que explique su fallecimiento, más allá de la alta mortalidad infantil de aquella época. 

La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León ha promovido una intervención arqueológica en el templo, cofinanciada por el Fondo Social Europeo, como parte de un proyecto que contempla la posible retirada del pavimento interior de terrazo, instalado en 1974. Gracias a seis sondeos, se ha podido comprobar que el entarimado previo se situaba a unos 35 centímetros por debajo del suelo actual y que el proceso del recrecido de 1974 conllevó su eliminación completa.

Pero los datos más llamativos se han obtenido en el sondeo número 1, según el informe del director técnico de la excavación, Óscar González (Ades Arqueología). Aunque sí son comunes los enterramientos en el interior de las iglesias, «no es habitual que se halle una colección tan completa de individuos infantiles», prácticamente todos bebés, como la descubierta en Presencio. Aunque no se han datado de manera específica, sí se ha realizado un estudio antropológico de los 13 niños, en colaboración con el laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos. «Tras la limpieza y clasificación de los restos de cada individuo, se procedió al análisis métrico y morfológico a fin de concretar las características de cada individuo» e incluso su sexo, edad y causas de la muerte. Aunque «no se hallaron rasgos relacionados con patologías en ninguno de los individuos analizados», sí se ha podido determinar que había 7 individuos femeninos y 5 masculinos, mientras que en el último de ellos no se ha podido concretar. Solo 3 de los niños tenían más de un año, había además 2 perinatales, 5 de seis meses, y otros 3 de entre seis meses y un año de edad.

La robusta espadaña de la iglesia de Presencio. La robusta espadaña de la iglesia de Presencio. - Foto: PatriciaBajo estos enterramientos han aparecido restos óseos de un adulto, el único, por lo que se concluye que «hasta la construcción del coro en el siglo XVI, este espacio parece ser que fue utilizado como un área para enterramientos de adultos», y partir de esa época cambió a niños, sin que se conozcan los motivos.

Entre los escasos objetos recuperados en los sondeos destaca una moneda de vellón, acuñada probablemente en Burgos entre 1543 y 1555, fecha que coincide con la construcción de la capilla del bachiller Martín Rodríguez.

Espadaña del siglo XIII. La segunda hipótesis que se buscaba contrastar con la intervención en Presencio era si la espadaña se asentaba sobre muros de una edificación anterior. En sus conclusiones, el responsable de Ades sostiene que «es coetánea con la construcción original del siglo XIII, siendo la primera zona en ejecutarse, mediante un cuerpo robusto e independiente para soportar la gran carga de gran campanario, en una zona inestable», explica. «Aun no descartando que pueda pertenecer a ese momento, lo que sí consideramos es que no forma parte de una estructura anterior reaprovechada, sino todo lo contrario, ejecutada específicamente para formar parte de la iglesia. De hecho, formaría parte de su primera fase constructiva, comenzando así por la zona hipotéticamente más sensible, de ahí el haberla dotado de tal grosor en sus muros», aclara.

Del templo primigenio, «además de los pies de la iglesia quedan buena parte de los muros norte y sur, ya que entre los siglos XV y XVI se trabajó en la construcción de la cabecera actual y parte del muro norte», resume González.