Las previsiones se cumplieron y la nieve hizo acto de presencia en muchos puntos de la provincia con motivo de la llegada de una masa de aire polar a capas altas y medias de la atmósfera. Municipios como Sargentes de la Lora o Escalada amanecieron cubiertos por un manto blanco donde se llegó a superar los diez centímetros de espesor.

El ambiente gélido, propio de fechas más invernales que de principios de abril, impidió disfrutar del día y fueron pocos, sólo los valientes y los obligados a trabajar, los que se atrevieron a salir de casa para intentar realizar alguna original figura con la nieve con motivo de la celebración del Día Europeo de la Artesanía. En la capital, aunque la nieve se dejó ver de manera intermitente sin llegar a cuajar, el protagonista volvió a ser, una vez más, el viento del norte, con rachas de más de 30 km/h, dejando una sensación térmica de bajo cero en muchos momentos del día.

La peor parte se la llevó la red de carreteras donde casi una veintena de la provincia estuvieron en alerta a causa de las precipitaciones caídas durante la pasada madrugada y parte de la mañana de ayer. Y en dos secundarias, la BU-570 y la BU-572, en las que fueron necesarias la circulación con cadenas o neumáticos de invierno.

Lunada, acostumbrado a quedar cubierto de nieve, volvió a ser el único puerto, en su vertiente cántabra, cerrado al tráfico en la jornada de ayer, y en nivel rojo se encontraba el paso de Estacas de Trueba, donde los vehículos pesados tuvieron prohibido el paso. En la N-629, que atraviesa el puerto de Los Tornos, la circulación estuvo condicionada por la meteorología adversa durante todo el día.

Qué nos espera. Para hoy, la Agencia Estatal de Meteorología mantiene la alerta amarilla en la provincial, concretamente en la cordillera Cantábrica, la Ibérica y el norte de Burgos, donde se esperan acumulaciones por precipitación de nieve por encima de los 500 o 600 metros entre 2 y 5 centímetros de espesor.

Unos avisos que desaparecerán, previsiblemente, a partir del lunes. No así las bajas temperaturas ni las heladas que nos acompañarán hasta mitad de la próxima semana, cuando se empiecen a notar un ligero ascenso de las temperaturas y volvamos a cifras más propias del comienzo de la primavera que de los meses de invierno.