Una vez más, falló la comunicación. Así lo admiten en el Ayuntamiento de Aranda de Duero. No avisaron a los vecinos de La Calabaza de la corta de árboles que tenían previsto acometer el lunes y estos, impactados por una tala que tachan de "destrozo", no dudaron en trasladar su malestar a los responsables municipales. La alcaldesa, Raquel González, decidió paralizarlo. No obstante, fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente precisan que sólo se ha detenido la corta en la zona cercana a la urbanización, pero que los trabajos continuarán en el resto del monte, uno de los pulmones de la ciudad.

Esta medida se enmarca dentro de un plan de emergencias contra incendios que el Consistorio de la capital ribereña está efectuando gracias a la gestión de la Junta de Castilla y León. De hecho, los trabajos para aclarar este monte comenzaron el 10 de septiembre en distintos caminos, a modo de cortafuegos. Después, se detuvieron el 22 de noviembre hasta el 15 de febrero, para no estropear los caminos, según precisan. Y volvieron a retomarse hace casi dos meses.

Todo marchaba con normalidad... hasta el lunes. La corta realizada en los terrenos próximos a las piscinas municipales indignó a los vecinos de La Calabaza, que lo ven "excesivo" y "terrible".

A su juicio, resultaba necesario eliminar los pinos que han levantado el asfalto o los que están próximos a los tendidos de la luz, pero sostienen que "no había necesidad de pasarse tres pueblos" ni preparar "semejante escabechina".

Y no sólo eso. Lo cierto es que desde la asociación de vecinos de La Calabaza han echado en falta más información por parte del Consistorio. Creen que se les debería haber avisado e, incluso, haber tenido en cuenta sus aportaciones.

Fuentes de la Concejalía reconocen que no han sabido explicar esta actuación en un momento de creciente sensibilidad por el cuidado de la naturaleza y el medioambiente, en el que se camina hacia una mayor involucración de los afectados. En cualquier caso dejan claro que no quieren enfrentamientos con los vecinos. De ahí que se detuviera la tala, pero, eso sí, únicamente en la zona cercana a la urbanización. En septiembre comenzaron por la zona más al este y con el paso del tiempo se va realizando una barrida del monte.

Asimismo, subrayan que tal medida cuenta con informes técnicos favorables y que la idea es aclarar el monte y crear una faja auxiliar para evitar posibles fuegos ya que se trata de una zona donde el peligro de incendios suele ser muy alto. Así las cosas, el aprovechamiento continuará en los próximos meses dentro del contrato gestionado por la Junta de Castilla y León.

Mejoras. Esta actuación global en el monte de La Calabaza, que consiste en la retirada de los pinos secos y en mal estado para mejorar el estado de la masa, no queda ahí. En principio, todo el dinero que se recaude con el aprovechamiento maderero se invertirá en mejoras para el propio monte, algo novedoso en la provincia de Burgos, según fuentes municipales. "El 100%", recalcan al respecto.

Con una parte de esos ingresos obtenidos con la venta de la madera de los pinos que se han talado se hará una plantación. Esto permitirá que el pinar se vaya transformando, poco a poco y de forma natural, en un encinar.

Los vecinos, por su parte, ya han pedido que se lleve a cabo una repoblación cuanto antes.