La afición del Hereda San Pablo Burgos no deja de sorprender. A inicios del presente mes se cerró la campaña de renovaciones con más de 6.200 abonados y ayer, primer día para las altas, hubo colas por fuera de las oficinas del club para poder conseguir un carnet de cara a la temporada 2022/23. El objetivo inicial del club azulón era rebasar la cifra total de 7.000, un objetivo marcado una vez se conocieron los datos de las renovaciones, pero parece más que posible que esa meta se rebase en los próximos días de venta de los nuevos abonos, pues solo ayer se registraron más de 300 nuevas altas. No hay techo.

En comparación, los números que registró el club en su última campaña en la LEBOro son ridículos. En el curso 2015/15 la cifra era de 1.200 abonados, mientras que en la del ascenso, la 2016/17, se subió hasta los 1.600. Ahora el número de localidades reservadas por la afición podría ser cuatro o incluso cinco veces superior.

Por otro lado, Xavi Rabaseda no continuará en el Hereda San Pablo Burgos.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)