El Pleno de las Cortes de Castilla y León del próximo 28 de abril aprobará, si nada raro ocurre, la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones entre familiares directos. Así lo anunció la semana pasada el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que incluyó además dentro de las bonificaciones de hasta el 99% a las uniones de hecho registradas.

Esta medida, que se enmarca dentro del programa de compromisos de su Gobierno, beneficiará a aproximadamente 3.260 burgaleses y supondrá un ahorro a sus bolsillos de alrededor de 7,5 millones de euros. A nivel regional, los cálculos que manejan desde la Consejería de Economía y Hacienda prevén que sean entre 5.000 y 15.000 los castellanoleoneses que se puedan acoger a esta modificación tributaria. Será un ahorro de cerca de 35 millones de euros anuales, 23 de los cuales en el caso concreto de un 2021 que tendrá ya cinco meses cuando la norma entre en vigor. De salir adelante en las Cortes, su tramitación será rápida, ya que apenas necesitará la certificación de los letrados de la Cámara y la publicación de la norma en el BoletínOficial de Castilla y León (Bocyl).

Hasta la fecha están exentas de pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones las rentas individuales de hasta 400.000 euros, como bien viene reflejado en el acuerdo firmado por PP y Cs para los Presupuestos de 2018. Según la Memoria Tributaria de la Junta de Castilla y León de 2020, en la provincia de Burgos se recaudaron durante el año pasado 30,3 millones en concepto de esta tasa regional, un 22% menos que los 38,8 que engordaron las arcas autonómicas en el 2019. En 2018 se quedaron en los 34 millones. A nivel regional, en el conjunto de los nueve territorios se ingresaron 189 millones por este gravamen por los 188,5 del 2019.

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