Los partidos lejos de casa siguen condenando al Mirandés en su andadura por la Segunda División. El Leganés volvió a minar la moral de los rojillos este fin de semana, ganando por dos goles a cero. Aunque los de Etxeberria demostraron en la segunda mitad otro ritmo, no resultó suficiente para remontar. Como ocurrió en Almería, y en casi todos los estadios este año en LaLiga SmartBank. De hecho, los jabatos todavía no han sumado dos victorias seguidas desde que se inició la competición regular.

El mal rostro que enseña el conjunto cuando sale de Miranda se ha traducido desde agosto en pésimos resultados. Es más, solo han ganado dos partidos lejos de las orillas del Ebro. Con ello, resulta cuanto menos complicado encadenar una buena y larga racha de resultados. 

El doblete de partidos ganados consecutivos no se ha logrado, pero tampoco una dinámica de más de dos encuentros sin perder en Liga. Lo máximo que ha acumulado el Mirandés han sido un empate y una victoria, o viceversa, pero jamás ha ampliado esos registros en los enfrentamientos posteriores.

La fragilidad defensiva de los rojillos ha lastrado principalmente a la escuadra a lo largo de la vigente campaña. Con la llegada de Etxeberria, se mejoró en este apartado. La robustez del centro del campo ha crecido exponencialmente, así como, la disciplina y el trabajo de los hombres de banda. Ahora bien, sigue sin ser suficiente. En solo dos partidos como visitante han recibido cuatro goles. Estos se suman a las dos decenas de tantos encajados que ya tenían en su contador lejos de Miranda.

La situación, por momentos, llegó a cambiar cerca del ecuador del curso. Principalmente, se rompió esta dinámica asentada gracias a la Copa del Rey. Teniendo en cuenta los partidos de la competición del K.O., el Mirandés sí ha celebrado dos victorias seguidas. Incluso una racha de tres enfrentamientos sin perder.

Pese a ello, el objetivo de la entidad jabata siempre ha pasado por la liga. El club quiere permanecer en Segunda División, por lo que la estadística que influye en su valoración del curso es la que incluye datos de esa competición. Con estos sobre la mesa, el balance no se antoja muy positivo. Así las cosas, observando únicamente los partidos disputados como visitante, el ritmo de puntuación del Mirandés es propio de un equipo situado en el descenso. Solo el Fuenlabrada y el Alcorcón tienen peores datos en este sentido.

Uno de los elementos cruciales, al margen de la inconsistencia en la parcela defensiva, se centra también en el área rival. Los de Etxeberria están sufriendo mucho para convertir las ocasiones en goles. Precisamente, jugando lejos de Anduva, tan solo han marcado once goles. Además, han dejado de perforar la meta rival en cinco choques, por lo que sus tantos están muy repartidos y difícilmente permiten superar a sus rivales.

En resumidas cuentas, tras 15 jornadas como visitantes, los rojillos han vencido en dos ocasiones, empatado en cuatro y perdido en nueve. De esa manera, encadenar dos victorias seguidas se ha convertido en una quimera.