Prácticamente ha jugado de todo desde que regresó a Aranda, pero los retos no amilanan a Marcos Barbero. Tampoco las adversidades más inminentes del calendario. El ex canterano blanquiazul, hoy capitán, lo que asume como «emocionante» por representar «al equipo de mi ciudad» y contar con «minutos» y la «confianza» de los entrenadores que han pasado por el club, ha valorado para Diario de Burgos el relevo de responsabilidades en el banquillo arandino a la salida de Jordi Fabregat. También, la relevancia de las dos últimas victorias en liga.
Un cambio que, tanto para el futbolista ribereño como para el resto de sus compañeros ha supuesto «adaptarse rápido a lo que pide el nuevo míster», pero que por el momento está resultando «positivo» porque el equipo «sale con otra mentalidad» y los últimos encuentros han sido transformados pleno de puntos. «Al final el ambiente es diferente si el equipo gana», ha argumentado el propio Barbero. «La relación con los compañeros siempre es igual porque nunca ha habido ningún problema ni en las derrotas ni en las victorias, pero con ésta últimas, sí hay más emociones y risas en el vestuario».
Y es que, como ha señalado, «todos somos conscientes dentro del vestuario que tenemos un mes por delante que, a corto plazo, va a ser bastante exigente». Una situación que se mira con otra perspectiva tras los dos últimos triunfos frente al Júpiter y al Becerril por haber recortado la diferencia respecto a la zona de playoff, pero que no por resultar más o menos «complicada», va a traducirse en nervios dentro de la plantilla.
De hecho, no lo hará porque, según apostilla «estos partidos -los que inaugurará el Astorga y medirá al cuadro ribereño a Ávila, Numancia B y Zamora de forma ininterrumpida-, no dejan de ser de lo que todos creemos que es nuestro nivel». La Arandina «merece estar en la parte alta de la liga», y eso «ante el déficit de puntos que arrastramos», pasa irremediablemente por afrontar el duelo del domingo con intensidad para lograr una nueva victoria y continuar después con el rival siguiente. Todo además, «sin relajarnos ni un segundo», porque, como ha valorado, «necesitamos los puntos».
ASTORGA. En relación a su próximo rival precisamente, Barbero ha reconocido la dificultad de enfrentarse a un equipo «que lleva mucho tiempo jugando junto» y que posee «un bloque muy consolidado». Una plantilla que, aunque de forma diésel, goza de un historial impecable en cuanto a prestaciones en las últimas temporadas y que cuenta con varios ascensos incluidos a Segunda División B.
«Dan siempre muchísima guerra en liga porque es uno de los equipos llamados a estar en la zona alta y posee jugadores muy desequilibrantes con gol». Punto ante el que vaticina que, una de las claves para afrontar con éxito el encuentro pasará por «tratar de apretarles arriba» e impedir que «se encuentren a gusto» y lleguen balones a jugadores como Javi Amor o Roberto Puente. «Al final recuperar rápido y atacar rápido también ya se ha visto que nos da la vida», sentencia. «Eso nos viene muy bien y es lo que tenemos que conseguir».