"Tenemos que unirnos si queremos trascender"

I.L.H.
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El Festival Tribu regresa hoy a diez escenarios de la ciudad. Héctor Aguilar es, junto con Héctor Dueñas y Alfonso Gutiérrez, el responsable de su programación

"Tenemos que unirnos si queremos trascender" - Foto: Jesús J. Matías

35 actividades repartidas en siete días. Música, arte urbano, gastronomía, cine, talleres, arquitectura efímera... El Festival Tribu regresa repartido por diez escenarios de la ciudad, uno de ellos la Plaza Mayor, con un aforo que cuatriplica al de San Juan donde hasta ahora tenían su centro neurálgico. Arrancan con las entradas agotadas para Soledad Vélez y María Yfeu(lunes y martes) y con unas pocas aún a la venta para Xoel López (domingo 22). Con sorpresas como la pintura en directo de un coche por el grafitero NKDM(el 21) o el mural que los holandeses Telmo Miel empezarán a pintar el lunes en el casco viejo. Los responsables de la programación son un trío: Héctor Aguilar, Héctor Dueñas y Alfonso Gutiérrez. Hablamos con el primero de lo que se nos viene encima y de su evolución en estos seis años.

El festival nació con tres patas: música, arte y gastronomía. Pero ahora hay muchas más disciplinas. ¿Ha variado el concepto?

Más bien nos vamos adaptando a nuestras inquietudes, lo que nos demandan y a los intereses culturales de la ciudad. Cerrarse solo a unas disciplinas no beneficia al festival. Seguimos ofreciendo algo diferente.

¿Y por qué esos tres en su origen?

No queríamos hacer solo música, que es lo que suelen ofrecer otros festivales. Tenía que ser urbano porque nació para la ciudad y, además, tenemos muy buenos cocineros y era un buen momento gastronómico.

Ahora la balanza es otra. ¿Qué parte pesa más y cuál quieren reforzar?

Pesa sobre todo la música. Es inevitable porque es lo que más nos interesa a nivel personal. También es verdad que para vender el festival lo que más llama la atención son los músicos, cuyos nombres todo el mundo conoce. Al final un tipo de Granada puede apetecerle acudir a un concierto de Xoel López, pero si le hablas de un cocinero de Burgos es más difícil que acuda solo por ese nombre. La música siempre es un reclamo.

Cuando ‘vende’ fuera el festival, ¿cómo lo define?

Como un festival diferente que se hace en la calle, gratuito en gran parte, paritario como miembros de Keychange que somos y de pequeño formato, lo que significa cercanía con el artista. También les enseñamos las ediciones anteriores. Les convencemos de que somos diferentes.

Inclusión y paridad son dos rasgos del Tribu...

...No lo hacemos por apuntarnos un tanto, sino porque vemos interesante hacer el esfuerzo, dando visibilidad a las bandas femeninas y ofreciendo el festival, a todas las personas.

¿Hasta qué punto quieren ampliar o es éste el tamaño idóneo?

El festival puede crecer muchísimo dentro de la ciudad, en otros escenarios y con otras alternativas artísticas. Por querer, nosotros queremos crecer... si nos dejan...Pero no buscamos ser un Sonorama ni tendríamos presupuesto para ello, claro.

Este año tienen una subvención de 60.000 euros del Ayuntamiento por el cambio de escenario, que exige más seguridad, pero aún tienen ayudas sin cobrar. ¿Qué hay del dinero del Plan Estratégico?

Estamos en juicios. Denunciamos al Plan Estratégico y tenemos una sentencia en firme que nos da la razón reconociendo esa deuda de 21.000 euros desde 2015. Otra cosa es quién la asume porque Plan Estratégico se liquidó. Entendemos que el máximo responsable era el Ayuntamiento, por lo que imaginamos que debería asumirla. Ese dinero lo pusimos nosotros, que no solo no ganamos con el Tribu si no que nos endeudamos.

Las obras en San Juan han hecho cambiar el escenario principal a la Plaza Mayor. ¿Qué ventajas tiene este espacio y qué desventajas?

Es un espacio más céntrico y un lugar de paso; es un sitio emblemático junto al Ayuntamiento, que nos apoya. En el otro lado te diría que es muy grande. En San Juan habíamos encontrado la medida a nivel técnico, de aforo, escenario... La Plaza Mayor es casi cuatro veces más grande y ha sido todo un reto logístico amoldarnos. Pero creemos haber encontrado el punto con una instalación de AJOArquitectos que creará una plaza dentro de otra plaza.

Tribu, hacer peña, crear comunidad... ¿Es el nombre y lo que implica parte del éxito?

El nombre va con el concepto que teníamos de aunar a asociaciones, colectivos y artistas de la ciudad y de fuera. No sé qué parte del éxito tiene, pero es hacia donde queremos que vaya: queremos que cada vez se adhieran más personas, formen parte del festival y lo sientan suyo. Y en una ciudad pequeña es imprescindible.No podemos ir cada uno con nuestra guerra, tenemos que unirnos para trascender. Juntos es más fácil.

¿Y cómo crece esa comunidad?

Cuesta, la verdad, porque cada uno tiene sus intereses y en muchos casos son puramente económicos. A nosotros lo que nos interesa es la cultura, pero hay mucha gente que por eso no lucha; si no ve un beneficio tangible no quiere involucrarse. Por otro lado, la mayor parte de instituciones y asociaciones valoran lo que hacemos y quieren formar parte.

Dentro del programa, ¿dónde nos encontraríamos con Héctor Aguilar como espectador?

Me parecen interesantes las 3 citas de cine documental, una nueva disciplina que integramos:martes, miércoles y jueves sobre Morente, Janis Joplin y Joy Division. Si tuviera hijos no me perdería el Minitribu porque pueden aprender a componer una canción con Álvaro Barriuso, grabarla y llevársela en casete con Sara Rasines y diseñar con grafiti su propio disco, con NKDM. Tampoco faltaría a Expolón, la muestra expositiva que además este año cuenta con la colaboración de varios establecimientos. Y a nivel musical iría a ver aXoel López, Cupido (quizá la sorpresa del año -el 20 en la Plaza Mayor-) y dos bandas internacionales muy potentes: Jungle by Night, que hacen afrobeat, y Nubyan Twist, con 12 músicos en el escenario (sábado 21, Plaza Mayor).