No se trata de una fórmula mágica que avale la viabilidad de un sistema tan complejo como lo es el de la Seguridad Social, pero sí que se le aproxima mucho. Por cada jubilado o pensionista tendría que haber, como mínimo, 2,5 trabajadores. Bajo esta premisa la financiación del entramado que permite cobrar la pensión cada mes estaría más o menos asegurado...
A día de hoy la provincia de Burgos, con un porcentaje elevado de personas mayores y un mercado laboral que pese a recuperarse sigue siendo escaso, registra una relación de 1,8 afiliados por cada ciudadano que recibe una prestación tras concluir su vida profesional. Para lograr alcanzar la proporción idónea habría que incorporar unos 58.000 cotizantes a los 150.249 que hay de media a día de hoy. Con alrededor de 208.000 la relación frente a los jubilados -hoy 83.015- sí que sería de 2,5.
Esta situación es una anomalía en prácticamente todo el país: Islas Canarias (y sus dos provincias), Ceuta, Melilla, Región de Murcia, Comunidad de Madrid y Málaga y Almería logran superarlo. Donde mejor perspectivas hay es en esta última provincia, ya que registran 321.733 trabajadores y 'solo' 100.231 pensionistas. En el resto del territorio nacional el panorama es mucho más catastrófico, con especial incidencia en Galicia. Con un 1,53 de relación, cuenta con los dos peores territorios del país en este sentido: tanto Ourense (1,11) como Lugo (1,27) se quedan muy lejos del ansiado 2,5. En Castilla y León la relación es de 1,66, una de las más bajas de todo el país. León no supera los 1,3 afiliados a la Seguridad Social por cada jubilado mientras que la que mejor perspectivas tiene es Segovia, que roza el doble de cotizantes por pensionistas. Algo mejor está la situación en España, ya que anota un 2,24. No obstante, para alcanzar el registro óptimo habría que incorporar a los actuales 20,2 millones de afiliados alrededor de 2,3 millones de nuevos cotizantes. De este modo, los algo más de 9 millones de jubilados tendrían garantizada su prestación sin problema alguno.
perspectiva. De aquí a 2050 España sufrirá un envejecimiento progresivo de su población. Desde el Ejecutivo prevén que en ese curso por cada tres personas en edad de trabajar habrá dos mayores de 65 años. Dicho de otra forma, 1,5 cotizantes por cada pensionista, lo que impediría financiar el sistema de pensiones bajo el régimen actual.
Es más, la dependencia de estas crecerá entre 2010 y 2060 del 34% hasta situarse casi en el 60%. Del mismo modo, España se enfrentará a un aumento del gasto en pensiones de entre 4,7% y 12,2% del PIB.