Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


Un atasco de nada

19/09/2022

Como publicaba este periódico la pasada semana, el inicio del curso escolar ha supuesto, además de retomar la normalidad, recuperar los atascos del puente de la autovía en La Quinta a las horas cruciales, ya usted sabe. 

A muchos conductores les sucede lo que al que esto escribe: uno, despistado mientras conduce, tal vez repasando mentalmente la lista de la compra, evocando un instante fabuloso de las vacaciones o, simplemente, mordiéndose las uñas a la espera de la apertura del semáforo, no se da cuenta, gira una calle, olvida que esa ratonera sigue existiendo y se planta ahí sin poder escapar. Y, en esa situación, cada cual se lo monta como puede o su templanza le permite: los hay que inútilmente intentan avanzar por un carril de la izquierda que no lleva a ninguna parte; los que  miran al frente como si su cuello solo tuviese una posición para no afrontar ninguna mirada y evitar dejar incorporarse a nadie; los que pitan, los que juran, los que se mosquean para nada... Desde aquí, un llamamiento a la calma.

Este agujero es un engorro, evidente, que curiosamente no debería estar incordiando porque las obras tendrían que estar requeteacabadas, pero ya usted sabe. Los «trabajos de consolidación» del viaducto (puente) iban a prolongarse dos meses, pero debía de estar para caerse o así porque se van a pegar un año. No soy un experto, pero imagino que habrá sido necesario «sanear». Es lo que hay.

Con todo, y sacando la parte positiva del asunto, no hay que pasar por alto que un atasco, en esta ciudad, es noticia. En otros lugares, es una constante, la realidad diaria e inmutable de miles y miles de personas que  se levantan, se quitan las legañas y se comen uno de ida y, horas después, otro de vuelta de su curro. De lunes a viernes, siempre, pase lo que pase. Aquí es temporal, transitorio, excepcional y anecdótico, que no es poco. Así que cuando se esté comiendo cinco minutos embotellado en la calle Vitoria o en la avenida Cantabria acuérdese de esos pobres que han hecho de escuchar la radio en el coche parado la actividad a la que más horas dedican en su vida.

Según informaba también este periódico, la Policía Local, conocedora de la situación, no tiene previsto ningún dispositivo especial, al menos de momento. Normal, es un atasco de nada, no se encienda (ni encienda a otros) si le toca, tanquilidad. Salud y alegría.