La Policía dispersa las reuniones juveniles de Venerables

FERNÁN LABAJO
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La Local y la Nacional se coordinan para extremar el control en la zona. Varios grupos volvieron al Castillo a hacer botellón

La Policía dispersa las reuniones juveniles de Venerables - Foto: Luis López Araico

En la plaza de Venerables, y en las calles que la rodean y dibujan una manzana cuadrangular entre el centro histórico y Vadillos, apenas quedaban ayer resquicios de lo que hace unas semanas eran tardes de vandalismo y reuniones clandestinas. Mucho menos de botellón. Eso fue lo primero que desapareció cuando la Policía Local comenzó a pasarse por allí tras las interminables quejas de los vecinos. Las fuerzas del orden extremaron la vigilancia en la zona, especialmente desde el jueves, cuando la Policía Nacional se sumó a un dispositivo estable que sirvió para disuadir a los grupos de chavales que allí se daban cita. Algunos de ellos utilizaban el parque como escenario de peleas y destrozos.

De la reunión que mantuvieron los representantes del Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno el pasado martes salieron dos conclusiones. La primera es que lo que estaba ocurriendo en Venerables no era tan preocupante como para calificar el entorno de conflictivo. La segunda, que si no se hacía nada podía llegar a serlo. Al día siguiente repitieron el encuentro los mandos de la Policía Local y de la Nacional para establecer un dispositivo conjunto por las tardes. Ambos cuerpos decidieron destinar allí patrullas que estuvieran permanentemente desde las siete de la tarde hasta las nueve de la noche de jueves a domingo.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)